PRÓLOGO
-¡Tengo miedo!-gritó un pequeño niño.
Estaba en un lugar frío, oscuro, completamente rodeado de oscuridad. Era casi como si se hubiese vuelto ciego, no veía nada, y temblaba con fuerza. Estaba muy asustado, no entendía nada. Solo sabía que había descubierto su quirk, pero a su padre no le había gustado el don que le había tocado, se había enfadado, había dicho que tenía un quirk de villano. Él no quería ser un villano, él quería ser un héroe, un gran héroe como All Might.
-¡No soy un villano!-gritó el niño, con lágrimas corriendo por sus mejillas.-¡No lo soy! ¡No lo soy!-el niño sollozó con fuerza y cayó de rodillas en el helado suelo.-No quiero ser un villano.-lloró con más fuerza, empezó a hipar, le costaba respirar, tenía frío y miedo.-No quiero mi quirk, no lo quiero, no quiero ser un villano, no quiero, no quiero...
El cuerpo del niño cayó al suelo, cada vez tenía más frío, y más sueño, estaba cansado, le costaba respirar debido al llanto. Solo quería volver a casa, solo quería estar con su mamá.
Una luz apareció en frente del niño, el se levantó, mirando la luz con los ojos entrecerrados. Cuando desapareció la luz, lo que había en su lugar era un reflejo idéntico del niño, pero con una gran diferencia, sus ojos eran rojos como la sangre.
-¿Quién eres?-preguntó el niño, sin entender qué estaba pasando. El reflejo sonrió con malicia, asustando aún más al niño y haciendo que este diera un paso atrás.
-Soy tu.-el reflejo lo señaló, aún riendo con malicia.-Soy aquello que más rechazas de ti mismo.
Al ver que el niño no entendía, el reflejo coloco su mano con la palma hacia arriba y provocó una explosión. El niño abrió los ojos atónito.
-Soy tu quirk.-el niño negó con miedo.-Y también soy el villano que llevas dentro.