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  • Foto del escritorbabochki_lyubov

Gemelos

Capítulo 45


Cuando menos se lo esperaron, ya había pasado otro año.

Harry, Abraham, Cormarc, Draco, Fred, George, Pansy, Theo, Blaise y Daphne estaban en el Expreso de Hogwarts, de camino a sus casas un verano más, con 13 y 14 años respectivamente y habiendo sacado las mejores notas del curso, excepto Abraham, aunque sus notas habían mejorado considerablemente desde que se juntaba con Harry y su círculo interno.

Acababan de terminar su tercer y cuarto año en Hogwarts, el cual había sido el más tranquilo desde que entraron en la escuela. No había ocurrido nada extraño en todo el año, ni dentro ni fuera de las paredes del castillo. Abraham Potter se había integrado en el círculo interno del Rey de las serpientes, al igual que lo había hecho Cormarc. Draco y Harry se habían asegurado durante todo el año de que esos dos pasaran tiempo juntos y a solas, haciendo que congeniaran cada vez más. Sin embargo, Abraham no se veía del todo interesado en dejar de lado su amor platónico por Harry, pero Draco ya estaba trabajando en eso.

Por otro lado, Dumbledore no había hecho gran cosa ese año, pues se había pasado el curso intentando descifrar el libro, cosa que aún no había conseguido del todo.

En cuanto a la secta, no había mucho que contar, los bebés habían crecido y los gemelos Malfoy seguían igual de traviesos y se llevaban bastante bien con el pequeño Octans, que ya había empezado a hablar y a caminar. Sacharissa y los gemelos aún no caminaban, pero ya habían empezado a intentar hablar, aunque de momento solo lograban decir balbuceos sin sentido.

Los Potter se habían ido integrando a la dinámica de la secta de una manera muy rápida. Se adaptaban muy bien y les hacía felices ver a Harry feliz, aún si no era con ellos, y nunca le exigían nada, de hecho, ellos le daban muchos regalos y Harry había pasado semanas enteras en la biblioteca de la Mansión Potter, junto a Tom, absorbiendo conocimientos de todos los libros de la biblioteca.

Por otro lado, estaban Tamsin y Morgana, quienes también se habían adaptado muy bien a la dinámica de la nueva casa en la que vivían, al igual que su hija Rowena, a la cual Cygnus y Corvus habían empezado a dar clases igual que hicieran con Harry. De hecho, ahora Cygnus, Corvus, Tamsin y Morgana daban clases a todos los niños de la secta, Harry, Draco, Fred, George, Abraham y Rowena, y cuando los demás bebés fueran más grandes, también les empezarían a dar clases.

Un dato curioso, era que Abraham y Harry habían empezado a hablar de forma sincronizada de vez en cuando, sin darse cuenta. Justo como hacían Fred y George, y eso aún los asustaba cuando ocurría, tanto a ellos dos como al resto de las personas a su alrededor, estaban acostumbrados con Fred y George, porque habían estado juntos toda la vida y tenían una compenetración impresionante, pero era sorprendente que eso les ocurriese a Harry y Abraham, que no se compenetraban en absolutamente nada.

Severus, quien ya había vuelto a su puesto como profesor de pociones en Hogwarts, les había encargado a Sirius y Regulus investigarlo. Pero Sirius había estado demasiado ocupado cuidando de Sacharissa y haciendo el vago y Regulus había empezado a hacer escapadas misteriosas de las cuales volvía muy alterado y despeinado. Todos sospechaban que tenía un amante, Harry y Tom sospechaban que más de uno, pero nadie le decía nada, por lo que ninguno de los hermanos Black había investigado nada sobre la situación de Harry y Abraham, pero no importaba realmente, porque no era como que se estuviesen muriendo.

Habían recibido noticias de los hermanos Lestrange, que les habían informado que tardarían por lo menos un año más en poder volver a Inglaterra porque lo que tenían que hacer les estaba llevando más tiempo del previsto. Narcissa les había mandado cinco vociferadores diferentes después de haber leído la carta, a pesar de que Bellatrix trató de detenerla, porque conocía a su mejor amigo.

Después de los vociferadores todos creyeron que los Lestrange volverían cuanto antes, grande fue su sorpresa cuando en vez de volver, Rabastan Lestrange envió una carta, pidiendo disculpas anticipadas. Minutos después las hermanas Black recibieron 10 vociferadores en los cuales Rodolphus Lestrange les decía de todo menos bonitas. Nadie se atrevió a contestarle después de eso.

Bellatrix y Sirius solo suspiraron y dijeron: "Os lo advertimos."

Puesto que ya conocían a Rodolphus y sabían que podía llegar a ser mucho más temperamental y letal que cualquiera de los miembros de la secta, incluyendo a Tom cuando era Voldemort.

Por lo que la boda de Bellatrix y Narcissa tendría que esperar a que esos dos volvieran de dónde fuera que estuviesen y resolvieran lo que fuera que tenían que resolver.

Y eso había sido todo lo interesante que había ocurrido durante el tercer año de los chicos en Hogwarts, cuarto en el caso de los gemelos Weasley.

En ese mismo instante, en el vagón del Expreso, el círculo interno de Harry se encontraba discutiendo sobre si Harry debería hacer una fiesta de cumpleaños o no. Para cuando llegaron a la estación de Kings Cross habían acordado que Harry y Abraham harían una fiesta para su décimo cuarto cumpleaños en la Mansión Potter, y que todos los miembros y sus familias estaban invitados, incluyendo a los Weasley, por muy poca gracia que les hiciera a los gemelos, Draco y Harry.

En cuanto se bajaron del tren todos los chicos les dijeron a sus familias con respecto a la fiesta de cumpleaños, consiguiendo que aceptaran ir. Harry, Draco y Abraham se acercaron a sus padres, padre y tutores en el caso de Harry, que habían ido a recogerlos. El rubio y el peliazabache emocionándose de sobremanera al ver a sus hermanos pequeños y a Octans y empezando a jugar con ellos de inmediato. Por lo que fue Abraham el que tuvo que poner al día a los adultos sobre la fiesta de cumpleaños, a la cual ninguno de ellos se opuso.

Y así se fueron cada uno a su Mansión, ya empezando a organizar la fiesta de dentro de unas semanas.


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