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Gemelos

CAPÍTULO 66


Como prometí, aquí está el primer capítulo de las actualizaciones semanales. También como dije en la nota que hay antes de este capítulo, como estoy escribiendo dos historias a la vez, he decidido tomarlo con más calma e ir alternando historias. Es decir, una semana habrá actualización de Gemelos, y la siguiente semana de ¿Y ahora qué?, lo que significa que la semana que viene habrá actualización de ¿Y ahora qué?, y la siguiente volverá a haber actualización de Gemelos. O sea, que será un capítulo de Gemelos cada dos semanas, los domingos.

Y sin más que decir, os dejo con el capítulo que más difícil se me ha hecho escribir jamás. No me linchéis demasiado, es mi primera vez escribiendo esta clase de suceso.



En agosto, el cáncer de Lily empeoró hasta el punto en que tuvo que ser ingresada en la unidad de cuidados intensivos de San Mungo. Estuvo sedada con pociones para el dolor y calmantes durante semanas, Severus mismo se las preparaba, no es que tuviese problemas con las pociones del hospital mágico, era solo que quería ser él quien preparase las últimas pociones que su mejor amiga tomaría.

Justo una semana antes de que llegasen las cartas de Hogwarts para el nuevo curso escolar de los chicos, Lily le pidió a James, que se estaba quedando con ella en el hospital todo el tiempo, que llamase a todos los demás miembros de la secta. James supo lo que aquello significaba, y apenas pudo contener las ganas de llorar mientras llamaba por flu a sus hijos y amigos.

Los primeros en entrar en la habitación fueron sus dos hijos. Los dos estaban aterrados, porque sabían lo que iba a pasar ese día, y ninguno sabía si estaba listo para tener esa conversación con su madre.

-Hola, ma'.

Harry fue el primero en hablar, justo al haberse parado al lado derecho de la cama en la que su madre biológica había estado confinada las últimas semanas y haber agarrado su mano. Abraham, al otro lado de la cama, había imitado las acciones de su gemelo. Lily apretó las manos de sus hijos, aunque su fuerza no era mucha, pero los adolescentes pudieron sentir el ligero apretón de su madre. Ella les sonrió con todo el cariño y amor que les profesaba a sus pequeños, ellos le devolvieron la sonrisa, tragándose las ganas de llorar que tenían por el bien de su madre enferma.

-Mis preciosos niños.-ella tosió un poco y los dos niños se preocuparon, pero ella simplemente negó con la cabeza.-Solo es una pequeña tos, no es nada de qué preocuparse.-Lily volvió a sonreír.-Quería deciros lo mucho que os quiero y lo orgullosa que estoy de ambos. Sois dos hermosos e inteligentes adolescentes que tienen un gran futuro por delante. Sé que lograréis grandes cosas pero, aún si no hacéis grandes cosas, aún si solo decidís quedaros en casa cuidando de las flores,-ella rodó los ojos con gracia, los tres se rieron divertidos-yo seguiré estando orgullosa de vosotros. Hagáis lo que hagáis y estéis donde estéis, yo siempre, siempre, estaré orgullosa de vosotros. No hay nada en el mundo que vosotros dos podáis hacer para que yo deje de estar orgullosa de vosotros. ¿Vale?

Los dos asintieron, teniendo serios problemas para contener las lágrimas ahora. Lily volvió a sonreírles con cariño. Luego soltó las manos de sus hijos y extendió los brazos.

-Ahora venid aquí y dadle un abrazo a vuestra madre.

Los dos adolescentes se tiraron a los brazos de su madre, abrazándola con fuerza, sabiendo de antemano que ese sería el último abrazo que le darían a su madre y queriendo disfrutarlo lo más posible.

Una vez los dos chicos salieron, el siguiente en pasar fue Severus, que entró solo a petición de Lily.

-Hola, Sev.

Lily le sonrió a su mejor amigo y le indicó que se sentase en la cama con ella. Severus lo hizo y le cogió una mano, acariciándola con cariño, el cariño de un hermano por su hermana.

-Hola, Lils.-Severus apenas si pudo encontrar la fuerza para hablar.

-Hay muchas cosas que quiero decirte, Sev, pero creo que es innecesario desperdiciar palabras con cosas que tú probablemente ya sabes. Así que te diré algo que no te he dicho desde que nos volvimos a encontrar en la fiesta de cumpleaños de los gemelos Weasley hace años: te perdono.-Severus abrió los ojos con impresión.-Te perdono por lo que me dijiste en sexto año, y te perdono por haberle dicho al Señor Oscuro sobre la profecía durante la guerra.-Severus no sabía como tragarse el nudo que se había formado en su garganta.-Y quiero que tú me perdones por todo el daño que he podido causarte a lo largo de nuestros años en Hogwarts e incluso después de eso. Te quiero, Severus, te quiero como si fueras mi hermano, siempre te he querido y lamento mucho los años que pasamos enfrentados.

Severus sintió una lágrima caer por una de sus mejillas, pero le dio igual, abrazó a su mejor amiga, a la mujer a la que quería como una hermana y le susurró al oído.

-Gracias por perdonar mis estúpidos errores, y yo también te perdono, por todo. Hace muchos años que te perdoné, Lily, eres la hermana que nunca tuve, y te quiero muchísimo.

Lily también lloró en el hombro de su mejor amigo. Una vez los dos hubieron terminado de llorar, Lily le pidió a Severus que llamase a Sirius, con quien también tuvo una conversación similar a la que había tenido con Severus.

Y así, Lily hizo pasar a todos los miembros de la secta, algunos de uno en uno, otros en grupos de dos o de tres. Finalmente, el último al que llamó fue a North.

El auror entró en la habitación sintiéndose totalmente fuera de lugar. Estaba tan sorprendido de que la esposa de su jefe le hubiera llamado para hablar con él, pues a pesar de que había estado pasando más tiempo con la secta y de que se había llevado bien con Lily Potter, él no esperaba que ella tuviese algo que decirle en su lecho de muerte.

-Hola, North.

North le sonrió a la mujer moribunda, pero se quedó parado a una distancia razonable de la cama de hospital.

-Puedes acercarte, prometo no hechizarte.

North sonrió por la broma de la pelirroja y se acercó hasta estar parado al lado de la cama, pero sin acercarse demasiado. Lily le sonrió y no le pidió que se acercara más, luego miró por la ventana que había al lado contrario de la habitación durante un rato antes de hablar.

-Lo sé.

Noth se puso rígido. No estaba seguro de querer descubrir lo que la perceptiva mujer había averiguado.

-Sé lo que realmente sientes por James.

North cerró los ojos con fuerza, deseando desaparecer de la faz de la Tierra. Esto no podía estar pasándole, la esposa moribunda de su jefe no podía haberle llamado para decirle que sabía que estaba enamorado de su esposo.

-Necesito que me digas algo, antes de continuar. -North abrió los ojos al mismo tiempo en que la pelirroja giraba su rostro para mirarle a la cara. -¿Le amas de verdad o es solo algo sexual?

North la miró directamente a los ojos y fue lo más sincero que jamás había sido con otro ser humano.

-No creo que lo sienta pueda llamarse amor aún, no ha pasado el tiempo suficiente para sentir algo tan intenso. Pero puedo asegurarte que es mucho más que solo algo sexual.

Ella le miró durante un buen rato antes de asentir y luego sonreír, relativamente más relajada que cuando había empezado a hablar con el auror.

-Me alegro, porque entonces puedo dejar a James en tus manos cuando me vaya.-North la miró con sorpresa.-Sé que probablemente sea muy egoísta de mi parte pedirte esto justo antes de morir y lo último que quiero es presionarte para que estés con él porque te pedí que le cuidaras, así que quiero que sepas que está perfectamente bien si luego decides que James no era la persona indicada para ti y te alejas, no estás obligado a quedarte a su lado o al lado de mis hijo porque yo te lo he pedido en mi lecho de muerte. Pero me gustaría irme pensando que alguien se queda cuidando de mi familia ahora que yo ya no podré hacerlo.

North no sabía qué contestar a eso, pero la determinación de hacer que esa mujer que le había permitido estar en su casa, con su familia, y que le había tratado como uno más de su familia, se fuera sin ninguna clase de lamento fue suficiente para tomar una decisión.

-Cuidaré de tu familia, te lo prometo, Lily. Y también te prometo que seguiré cuidando de ellos aún si lo que siento por James deja de existir. Estaré ahí para ellos tres siempre que me necesiten, así que no tienes de qué preocuparte.

Lily le miró durante unos minutos antes de sonreírle agradecida entre lágrimas. North le apretó el hombro y le sonrió de vuelta.

En cuanto North salió, James volvió a entrar para estar con su esposa hasta su último aliento. El auror se acercó a Abraham, abrió su brazo derecho para que este se pudiera abrazar a él, lo rodeó abrazándolo con fuerza mientras el adolescente ahogaba sus sollozos en el pecho del auror. Cuando Harry se unió al abrazo, lo rodeó con su brazo izquierdo y empezó a llorar contra su pecho igual que su hermano. Con todo esto, North estuvo aún más convencido de que cuidaría de estos dos chicos por el resto de su vida, sin importar lo que ocurriera con su padre.

Esa misma noche, el alma de Lily Potter abandonó este plano para unirse al resto de almas del Más Allá, teniendo una pacífica muerte mientras dormía.


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