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Gemelos

Capítulo 59


¡Esto no era divertido! ¡Esto era lo contrario de divertido!

Draco, Harry, Fred, George, Abraham, Orien, Pansy, Blaise, Theo y Daphne estaban tirados o arrodillados o cualquier otra cosa en el suelo del jardín de la Mansión Malfoy después de una sesión de entrenamiento cuerpo a cuerpo con North, James y Bellatrix. La razón de su cansancio venía a raíz de que Bellatrix había decidido que North y James eran demasiado blandos y se había apoderado de la enseñanza en esa área desde la segunda sesión que habían tenido con ella. Los otros adultos de la secta, junto a los padres de Pansy, Blaise, Theo y Daphne y el abuelo de Orien, los observaban divertidos desde las mesas para tomar el té que había en el jardín de los Malfoy. Al parecer todos disfrutaban enormemente de su sufrimiento. Una mirada a Draco, Abraham y los gemelos le aseguró a Harry que pronto serían ellos los que reirían mientras los adultos hacían el ridículo.

La razón por la que sus amigos Slytherin, y sus familias que aún no formaban parte de la secta, se habían unido a los entrenamientos de defensa cuerpo a cuerpo era muy divertida. Al parecer, Bellatrix había opinado que una clase de 6 personas era demasiado pequeña, así que había declarado que necesitaban al menos 10 personas para poder hacer grupos de 5 y así poder torturarlos mejor (y sí, la loca hermana Black había usado la palabra "tortura" literalmente, y varias veces, cabe aclarar).

Y así es como habían acabado los 10 chicos, cansados, jadeando y en posturas poco dignas de orgullosos herederos sangre puras (o novios de un orgulloso heredero sangre pura, en caso de los gemelos) en el jardín trasero de la Mansión Malfoy.

Y ahora Harry solo podía arrepentirse del día en que decidió seguir el consejo de su madre y presentar a North a la secta, porque si no lo hubiera hecho entonces él y sus amigos no estarían siendo torturados por la loca de su tía, mientras el resto de "adultos responsables" (¡ja! Responsables su trasero) se reían de su sufrimiento.

Aunque Harry en el fondo estaba un poco aliviado, pues esto le daba la oportunidad perfecta para poder empezar a introducir a los otros Slytherins a la secta y a su causa, y a partir de ahí podía empezar a convencer a más y más alumnos de su casa para unirse a él en contra de Dumbledore. Por supuesto, eso de hacer que más gente se les uniera había sido idea de su Tommy. Harry, por su lado, difería y opinaba que lo mejor era que fuesen un grupo pequeño, así la vieja cabra no los notaría y le sería mucho más difícil verlos venir. Aunque, teniendo en cuenta que Harry probablemente ya estaría en el otro mundo para cuando finalmente fueran contra Dumbledore, el chico había estado dispuesto a cumplir las demandas de Tom. Era lo mínimo que podía hacer ya que Harry sabía que al final acabaría dejando a Tom luchando solo en contra de Dumbledore más temprano que tarde. A pesar de toda la ayuda que North le estaba dando para controlar su condición, Harry no tenía esperanzas, era difícil recuperarlas cuando hacía años que las había perdido.

Suspirando, Harry recordó cómo había acabado en esa situación para empezar, y no había sido cuando Bellatrix decidió que necesitaba torturar adolescentes, en verdad había empezado antes, cuando el apuesto galán auror lo había convencido de ayudarlo por primera vez, en el Gran Comedor, hacía ya 1 mes.



Hace 1 mes, Gran Comedor, Hogwarts, en algún lugar de Escocia...

Una vez Harry se hubo calmado miró avergonzado al apuesto auror que lo había consolado.

-Yo... Lo siento mucho.-Harry murmuró, sonrojado y mirando al suelo.-No debería haber hecho eso, lo siento. Yo... Creo que debería volver antes de que noten que me he ido. Porque cuando Draco lo note se pondrá histérico, pero histérico no normal, no, histérico en plan Malfoy, que es peor, porque juro que esa familia ha perfeccionado el ponerse histéricos como si se tratase de un arte o algo así, y no hay ningún Malfoy más histérico o dramático que Draco y...-Harry cerró la boca de golpe cuando el apuesto auror enarcó una ceja divertido.-Y debería callarme ya. Vale.

-Está bien, chico.-dijo el apuesto auror, poniendo una mano detrás del cuello de Harry y obligándolo a mirarlo.-Entiendo que estés nervioso y te sientas mal. Entiendo que creas que no tienes esperanza y que morirás pronto.-el apuesto auror levantó una mano para silenciar a Harry cuando este abrió la boca para protestar.-Créeme, lo sé. Puede que ellos-el apuesto auror señaló a sus amigos en el Gran Comedor, y luego señaló específicamente a Tommy.-no lo sepan porque tienes miedo de decirles cómo te sientes en realidad, pero lo sé.-Harry no sabía qué pensar de eso, el apuesto auror le acarició la base del cuello un poco y Harry se relajó enseguida.-Mi hermana era como tú.-Harry le miró impresionado y el apuesto auror le sonrió con tristeza.-Por eso me di cuenta de tus ojos cuando los demás no lo hicieron, y por eso noté todos los signos que los demás no han notado. He vivido con una como tú casi toda mi vida.

Harry tragó saliva, tenía miedo por cómo habría terminado la historia del auror, pero tenía que preguntar.

-¿Qué le pasó?

El auror apartó la mirada con tristeza, después de un rato lo volvió a mirar.

-Murió.-dijo, Harry casi podía sentir la tristeza del auror tocar su piel, tragó el nudo en su garganta con dificultad.-Tenía 14 años cuando eso que tenía, y que tú también tienes, se la llevó.-Harry cerró los ojos. 14 años. Él tenía 14 años. Él podría morir en cualquier momento de ese año, justo como la hermana del auror, y nadie podría hacer nada para salvarlo.-Pero ella no había podido aguantar tantos años por sí sola.-Harry volvió a abrir los ojos y miró al auror con interés.-Como te he dicho, que estés vivo es un milagro, pero me temo que mi hermana no tenía la suerte que tú tienes. Tuve que descubrir una manera de mantenerla con vida más tiempo porque me negaba a dejarla morir.-Harry abrió los ojos. ¿Podría haber una manera de alargar su vida? El auror le sonrió y Harry estuvo seguro de que sí, y de que él se lo diría.-La encontré, por desgracia la vida de mi hermana sólo se alargó hasta los 14, pero teniendo en cuenta que debería haber muerto a los 7, logré alargar su vida 7 años. Le di 7 años que no habría tenido si no hubiese encontrado esa forma.-Harry sonrió. 7 años sonaba malditamente fantástico para él. ¡Joder! Harry tomaría incluso solo 1 año más de vida, incluso 1 mes más. Cualquier cantidad que el destino quisiese darle era bienvenida.

-¿Cómo?

El apuesto auror le sonrió con un cariño triste, Harry supuso que él se sentía mal porque suponía lo que pasaba por la mente de Harry. Pero el chico suponía que cualquiera con su condición estaría tan desesperado y desesperanzado como él lo estaba.

-Cansancio.-Harry levantó una ceja con incredulidad, el auror se rio con ganas.-No me mires así chico, es la verdad. ¿Nunca te has dado cuenta que jamás tienes ataques cuando estás cansado físicamente, pero que los ataques aumentan cuando estás cansado mentalmente?

Harry lo pensó durante un buen rato. Luego abrió los ojos sorprendido y miró al auror. ¡Era verdad! ¡La clave de sus ataques estaba en el cansancio! ¡Había un patrón! ¿Cómo es que ni él ni Tom o Tamsin y Morgana lo habían visto antes?

-Pero, ¿por qué el cansancio mental me provoca ataques y el físico los neutraliza?

El auror se encogió de hombros.

-No sabría responderte a esa pregunta. Para saberlo supongo que deberías pasar varios años bajo supervisión de los inefables mientras te estudian como a un sujeto de pruebas.

A Harry le dio un escalofrío de imaginarlo.

-Ya, no, gracias.

El apuesto auror rió en voz alta, pero aún sin llamar la atención de nadie. Harry pensó que quizás el hombre había puesto un hechizo No-me-notes a su alrededor o uno silenciador. O ambos.

-Me gustas, chico.-dijo el auror.-Entonces, supongo que ya has deducido que la clave para mantener los ataques a raya el mayor tiempo posible seguido es usando el cansancio físico.-Harry asintió.-La cosa es que yo puedo ayudarte con eso.-Harry lo miró con ojos entrecerrados, el auror sonrió divertido.-Como auror tengo experiencia en defensa cuerpo a cuerpo, y puedo decirte que eso cansa mucho. Así que me ofrezco a darte clases de defensa, una vez al día cada día empezando desde el momento en que vuelvas a casa hasta el día en que... bueno...-el auror hizo una pauso, inseguro de cómo seguir.

-¿En que me muera?-preguntó Harry, enarcando una ceja de la misma exacta manera en que su madre, Severus, solía hacerlo.

El auror suspiró.

-Sí, eso.

Harry se lo pensó, sabía que Tom no aprobaría algo así porque él estaba convencido de que la cura estaba en los libros de Merlín y Morgana, y dado que Tamsin y Morgana eran las otras dos personas que sabían de su condición y ellas también pensaban que había una cura y que estaba en los diarios de esos dos, los cuales lo 3 se pasaban la mayor parte de su tiempo estudiando y descifrando, porque a pesar de todo ellos también sabían que el tiempo se le estaba acabando a Harry, el chico sabía que la Mansión Slytherin no era una opción. Y si Harry quería mantener esto en secreto, ninguna mansión de ningún miembro de la secta que hubiera ido a Slytherin era una opción, pues todos ellos informarían en seguida a Tommy si les pedía prestada su mansión para clases de defensa cuerpo a cuerpo, y eso era justo lo que Harry quería evitar. Entonces a Harry se le iluminó la luz y miró hacia la mesa de profesores con una sonrisa traviesa, el auror siguió su mirada y palideció.

-¿Por qué estás mirando a mi jefe de esa manera?-preguntó con miedo.

Harry sabía que James Potter era el actual jefe del departamento de aurores, y que todos los aurores, sin excepción, le tenían un miedo tremendo porque había demostrado ser tan intransigente como su mentor, Alastor Ojo-loco Moody, a pesar de que Sirius Black había sido el mejor auror bajo el mando de Ojo-loco, James había sido el que más se parecía a él en cuanto a maneras de castigar a aquellos que no cumplían con sus expectativas o que fallaban en una misión. Por eso todos los aurores lo llamaban "El Terror de los Novatos". Nombre que James no tenía problemas con presumir cada vez que bebía de más.

-Oh, bueno, porque es mi padre.-la sonrisa de Harry se volvió terroríficamente más grande cuando el rostro del auror se puso imposiblemente pálido, casi como el de un fantasma.-Así que necesito su permiso para poder tomar las clases de defensa cuerpo a cuerpo.-Harry hizo una pausa dramática, disfrutando del sufrimiento del auror. -En su casa.

Harry pensó que el hombre se desmayaría de lo blanco que se había puesto. Así que rio con ganas, el color volvió al rostro del hombre al oír la risa del chico.

-¿Es una broma, verdad?-preguntó esperanzado.

-Nop.-contestó Harry, limpiándose una lágrima, el blanco volvió al rostro del auror ante aquello.-Aunque James es mi padre biológico, Sirius Black y Severus Snape son mis padres adoptivos.

Ahora sí que el pobre auror parecía a punto de desmayarse, o de vomitar, Harry no sabía qué ocurriría antes, pues la cara del hombre había pasado de blanca a verde en unos segundos. Harry se compadeció de él y le puso una mano en el hombro antes de dirigirse a caminar unos pasos lejos del hombre y llamar la atención de James. Cuando los ojos color miel estuvieron sobre su persona Harry le sonrió a su padre biológico y le hizo señas para que se acercara. James le sonrió y luego asintió, se volvió hacia uno de los aurores que tenía al lado, que se puso tan pálido como el apuesto auror que Harry tenía detrás al ver a James hablándole, y luego empezó a caminar hacia Harry.

Una vez llegó a su lado, Harry dejó que el hombre mayor lo abrazara y se encontró devolviendo el abrazo.

-Hola, Harry.-dijo James, separándose del chico y sonriéndole con cariño.-¿Ocurre algo?

Harry le devolvió la sonrisa y negó con la cabeza.

-No, es solo que he conocido a este auror tuyo y me ha ofrecido clases de defensa cuerpo a cuerpo.-dijo Harry, el chico se rió cuando su padre frunció el ceño y miró por encima de su cabeza en busca de dicho auror, Harry podía imaginarse la cara verde del apuesto auror al verse descubierto por su aterrador jefe.-Sé que a Tommy no le gustará la idea y me gustaría saber si puedo tomar las clases en tu casa. Además, como eres el auror jefe podrías estar allí para supervisar la cosa y ayudar.

Harry le sonrió a su padre de manera inocente esperando que aceptara. Esa podría ser su última esperanza para alargar su vida y necesitaba desesperadamente que su padre aceptara. El pelinegro mayor miró a su hijo, que lo miraba esperanzado, y no pudo negarle lo que le pedía. No cuando era algo tan simple como enseñarle defensa cuerpo a cuerpo, no cuando Harry no le había pedido nada nunca desde que Lily y él habían vuelto a su vida hacía casi dos años. James se lo debía a su niño, y James definitivamente se lo iba a dar. ¡Por Godric! ¡James incluso se convertiría en un Señor Oscuro y conquistaría el mundo si alguno de sus niños se lo pedía!

El mayor suspiró y fulminó con la mirada al auror al que reconoció como el chico que había venido de Norte América. James sintió su ego crecer cuando el hombre (que era más alto y corpulento que James) se encogió en el rincón en el que estaba y palideció aún más, mientras trataba de fusionarse con la pared. Si no recordaba mal, James había convertido al hombre en una pequeña ardilla durante las 8 horas de su turno cuando él había fallado en una redada en la cual 3 mortífagos aún leales a Voldemort habían escapado por culpa del error del chico, que era un novato en ese entonces. James recordaba haberse pasado las 8 horas levitando a la pequeña ardilla y metiéndola en sitios asquerosos e incluso en sitios inaccesibles para humanos hasta que se había cansado y lo había metido dentro de los pantalones de su compañero, otro novato, dejándolo ahí metido unos minutos antes de soltarlo y dejarlo libre por el departamento en su forma de ardilla durante lo que restaba del turno del chico. El auror desde luego había aprendido la lección, pues James no recordaba haber vuelto a castigarlo por ningún error después de ese turno. Había sido uno de los castigos más divertidos que James había dado desde que se había convertido en Jefe de Aurores, agradecía mucho a Moody por enseñarle el truco para transfigurar a humanos en animales sin dejar secuelas. O al menos, no secuelas permanentes.

-Bien.-asintió, volviendo a mirar a su hijo, que le sonrió de forma brillante y James sintió su corazón derretirse.-Pero quiero que Abraham las tome contigo, y estaré supervisando todas las clases, sin excepción.

Harry asintió y luego volvió con el auror para darle la noticia. El chico lo miró con verdadero horror pintado en su apues-... ejem, ejem, en su rostro. Y sí, James había tenido una tos mental. ¿Y qué? Se pueden tener toses mentales, ¿sabéis?



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