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I See You

Capítulo 1


Cuando llegaron las cartas ese día Harry no pudo evitar fijarse en una carta en particular. Esa carta tenía un sello de cera, de esos que hacía años que ya no se usaban, su curiosidad le pudo y leyó el nombre al que iba dirigida la carta antes de llevarlas al comedor. Su sorpresa fue grande al ver que él era el destinario de esa extraña carta.

Señor H.Potter

Alacena debajo de la escalera

Privet Drive, 4

Little Whinging

Surrey

Harry frunció el ceño. ¿Cómo es que eran tan específicos? El niño simplemente decidió que la leería más tarde, cuando estuviese bien escondido dentro de su alacena, así que cogió la carta y, con toda la delicadeza posible, la metió en la parte trasera de sus pantalones, escondiendo la parte sobresaliente del sobre por debajo de la camiseta de Dudley, que era demasiado grande para su escuálido cuerpo, que no tenía ni una cuarta parte de la grasa de la cual su "primo" poseía.

Después de entregar las cartas a la morsa que estaba casado con la hermana de su madre, Harry se quedó en un rincón esperando a que la familia acabase de desayunar para poder limpiar los platos e irse a su alacena. Por suerte para Harry, todos parecían de buen humor hoy, puesto que iban a ir a comprar el material escolar de la nueva escuela de Dudley. Harry solo pudo soltar un bajo bufido, como si ir a una buena escuela le hiciera dejar de ser un idiota o un matón. Pero sus parientes podían pensar lo que quisieran, no es como si fuera el problema de Harry, de todas formas.

En cuanto Petunia lo encerró en la alacena, con la habitual amenaza de lo que le pasaría si hacía algo "monstruoso", Harry encendió la pequeña bombilla y esperó a que sus parientes salieran de la casa para sacar el sobre que había escondido y abrirlo para comenzar a leerlo.

COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA Y HECHICERÍA

Harry volvió a fruncir el ceño. ¿Magia y hechicería? ¿Qué clase de broma era esa?

Director: Albus Dumbledore

(Orden de Merlín, Primera Clase, Gran Hechicero,

Jefe de Magos, Jefe Supremo,

Confederación Internacional de Magos).

Harry no tenía ni idea de quién era ese tal Albus Dumbledore, pero el hombre ciertamente tenía muchos títulos. Una vez leídos todos los títulos del supuesto director de esa escuela Harry pasó a la parte importante de la carta.

Querido señor Potter:

Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Le adjuntamos la lista del equipo y los libros necesarios.

Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su búho antes del 31 de julio.

Muy cordialmente,

Minerva McGonagall

Directora adjunta

Harry respiró hondo. Magia. Si esa carta decía la verdad y existía una escuela mágica y, con ella, una sociedad mágica escondida a plena luz, entonces todo tendría sentido. Lo que Harry había estado haciendo toda su vida, lo que sus parientes tanto odiaban, era magia. Harry era un mago. Siguiendo esa línea, si sus parientes lo habían tratado tan mal desde que llegó a su casa por culpa de su magia, significaba que ellos ya sabían que era un mago desde mucho antes de que hiciese magia por primera vez. Sus parientes sabían de la existencia de esta posible sociedad mágica y que él formaba parte de ella y aún así no se lo habían dicho, sino que lo habían despreciado. Bueno, tampoco podía culparlos. Era normal que se sintieran celosos, al fin y al cabo, Harry tenía algo que ellos no tenían, algo que lo hacía mejor y superior que esos mugrosos seres inferiores que le harían un favor al mundo si dejasen de respirar.

Ahora bien, aquí venía otra cuestión importante, si existía esta sociedad mágica, entonces ¿por qué le habían dejado con esos seres (porque no se merecían ni ser llamados personas) en lugar de sacarlo de ahí? Harry no lo sabía, pero ese director con muchos títulos no le daba muy buena espina. Él mismo se encargaría de averiguar por qué había sido dejado con la jirafa y sus dos morsas y también se aseguraría de no volver nunca a ese sitio.

Y, por último, Harry tenía que averiguar cómo enviar una respuesta a la escuela porque, para empezar, no tenía un búho o una lechuza ni sabía donde encontrar una para mandar cartas, también tenía que averiguar dónde comprar sus útiles escolares y de dónde sacar el dinero suficiente para pagarlos, porque, sacando la lista de de material escolar, el chico estaba seguro de que todo eso le costaría un ojo de la cara. Y no es como si Harry no estuviese dispuesto a vender sus órganos si con eso lograba salir de esa casa infernal para no volver jamás, pero dudaba que aceptasen ojos o hígados como pago por unos libros. Aunque, bueno, Harry no conocía nada de esa sociedad, así que nunca se sabía.

Harry leyó lo lista de materiales y uniformes, asegurándose de memorizarlos bien por si sus parientes encontraban la carta y decidían destruirla.

COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA Y HECHICERÍA

UNIFORME

Los alumnos de primer año necesitarán:

- Tres túnicas sencillas de trabajo (negras).

- Un sombrero puntiagudo (negro) para uso diario.

- Un par de guantes protectores (piel de dragón o semejante).

- Una capa de invierno (negra con broches plateados).

(Todas las prendas de los alumnos deben llevar etiquetas con su nombre).

LIBROS

Todos los alumnos deben tener un ejemplar de los siguientes libros:

- Libro reglamentario de hechizos, primer curso, Miranda Goshawk.

- Historia de la Magia, Bathilda Bagshot.

- Teoría mágica, Adalbert Waffling.

- Guía de transformación para principiantes, Emeric Switch.

- Mil hierbas y hongos mágicos, Phyllida Spore.

- Filtros y pociones mágicas, Arsenius Jigger.

- Animales fantásticos y dónde encontrarlos, Newt Scamander.

- Las Fuerzas Oscuras. Una guía para la autoprotección, Quentin Trimble.

RESTO DEL EQUIPO

1 varita.

1 caldero (peltre, medida estándar 2).

1 juego de redomas de vidrio o cristal.

1 telescopio.

1 balanza de latón.

Los alumnos también pueden traer un búho, O un gato O un sapo.

SE LES RECUERDA A LOS PADRES QUE A LOS DE PRIMER AÑO NO SE LES PERMITE TENER ESCOBAS PROPIAS.

Harry suspiró. Si al menos hubiesen mandado a algún profesor o representante para llevarle la carta y explicarle las cosas. Eso era, de hecho, lo más lógico a hacer teniendo en cuenta que no sabía absolutamente nada de este nuevo mundo ni de cómo funcionaba. Harry entrecerró los ojos.

Un momento.

¿Y si no habían mandado a nadie porque pensaban que él ya debería estar al tanto de lo que era y del mundo al que pertenecía? ¿Significaba eso que sus padres también habían sido magos? ¿Entonces Petunia y Vernon le habían mentido respecto a sus padres y sus muertes?

Harry gruñó. Si esos bastardos le habían mentido respecto a sus padres definitivamente se lo haría pagar. Más les valía a esos dos no haberle mentido respecto a sus padres si realmente apreciaban sus vidas.


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