top of page
  • Foto del escritorbabochki_lyubov

What a Trip!


11.- ORION BLACK


En cuanto la lluvia de colores se hizo presente dejo a la vista a un chico alto, de unos 22 años, moreno de ojos azules. Sonrió de manera arrogante antes de empezar a presentarse.

-Hola a todos.- se relamió los labios provocadoramente lo que sacó más de un suspiro en la gran mayoría de chicas (y algunos chicos) del GC.-Soy Orión Black, hijo de Sirius Black e Imma Macons.-no pudo seguir porque Sirius se desmayó e Imma empezó a gritar que moriría antes de dejar que ese depravado la volviera a tocar.-Ejem, por favor.-Mary Nemel logró calmar a Imma mientras que Remus despertaba a Sirius.

-Jamás pensé que, precisamente tú, sentarías la cabeza y tendrías un hijo.-le dijo Remus a Sirius, riendo.-Y menos con Imma.

-¿De qué os conocéis?-preguntó Harry confundido.-Y ¿quiénes son ellas? Porque una de ellas dos es la madrina de uno de mis hijos.

-Ella,-dijo Remus, señalando a una castaña, ya más relajada.-es Imma Macons, fuimos juntos a Hogwarts, y se podría decir que es, algo así, como lo ex de Sirius.

-Oh, encantado.-dijo Harry, extendiéndole la mano.

-Sí, claro.-dijo Imma, estrechándosela.

-Y la otra,-Remus ahora señaló a una morena, que tenía una expresión calmada pero algo fría.-es Mary Nemel, la madrina de uno de tus hijos, también fuimos juntos a Hogwarts, pero Imma iba a Gryffindor con nosotros mientras que Mary iba a Slytherin con Snape.

-Encantado de conocerte, también.-Harry también le estrechó la mano a la otra mujer.

-Encantada.-contestó ella, un poco indiferente.

-Ejem, bueno.-Orion llamó la atención de nuevo.-Estamos aquí para ver MI presentación no para conocer a las locas de mi madre y mi madrina.

-¡¿A quién llamas loca, niño?!-exclamó una furiosa Imma.

-A-A nadie, mamá.-contestó él. Imma se sentó bufando indignada.

-Bien, sigo.-todos soltaron una risita que hizo que Orion se sonrojara de vergüenza.-Como decía, me llamo Orion Black, soy hijo de Sirius Black e Imma Macons, tengo 25 años, como la Narcisista Malfoy,-una cuchara le pasó rozando la oreja a Orion en cuanto dijo eso, haciendo reír a más de uno en el GC.- y, también como ella, nací, o naceré, esté año. En Hogwarts fui a Gryffindor, como mis padres.-los aplausos no se hicieron esperar.-Jugué a Quidditch como cazador.-más aplausos se escucharon.-No fui prefecto ni premio anual.-al decir eso se formo una mueca muy graciosa en su cara.-Y fui miembro de los Merodeadores 2.0, con el apodo de Canuto, en honor a mi padre.-A Sirius casi se le caían las lágrimas al escucharle. Pero a Orion si que empezaron a caérsele las lágrimas por lo siguiente que iba a decir.-Ya que él siempre ha sido mi gran ejemplo a seguir, a pesar de que nunca lo conocí porque murió antes de que yo naciera.-Harry se puso a llorar al oír eso, Imma se estaba aguantando las lágrimas al igual que Remus, que trataba de consolar a una muy angustiada Tonks, y la familia Weasley también lloraba. Pero Sirius sonreía, a pesar de todo, Sirius estaba sonriendo como si no pasara nada, lo que extrañó a muchos.

-Me alegro de que, a pesar de todo, por lo menos tuvieras a tu madre y también una familia y también que te conviertas en un hombre hecho y derecho.-dijo Sirius, mientras una lágrima solitaria bajaba por su rostro. Orion también sonrió entre lágrimas, antes de volver a hablar.

-Debería seguir.-todos asintieron limpiándose las lágrimas.- Bueno, ehm, ¿por dónde iba? Ah, sí. Ahora soy Auror y estoy prometido a una preciosa rubia mitad francesa mitad búlgara que se presentará después. Mis padrinos son Mary Nemel y Remus Lupin.-Los dos agradecieron a Imma y Sirius.- Se me había olvidado comentar que soy animago. Y, creo que ya está.-dijo él.- ¿Alguna pregunta?

Sirius levantó la mano.

-Sí, papá.-dijo Orion, un poco emocionado por poder llamarlo así.

-¿En qué te conviertes?-preguntó curioso.

-Pues en un perro...-empezó pero el grito de Cass lo interrumpió.

-¡Mentiroso!-todos la giraron a ver con el ceño fruncido.- ¡Eres una cosa rara que está a medio camino entre gato y perro!

-¿Perdón?-preguntó Orion, visiblemente indignado.

-Perdonado.-contestó ella con gracia.

-¿Es verdad?-preguntó Sirius curioso, aunque se estaba aguantando la risa.

-¡Papá!-exclamó Orion.-No te rías.

-¿Eso es un puchero, Canuto?-.preguntó Teddy, con una sonrisa traviesa en la cara.- ¿O debería decir, Ganuto?

Todos estallaron en risas por la broma, mientras Orion se ponía rojo de vergüenza.

-Cierra la boca, Lunático, y tú-apuntó a Cass con el dedo.-una palabra más y le cuento a Lunático tu secreto, Cornamenta.

Todos se quedaron en silencio, sorprendidos, mientras Cassiopeia se removía nerviosa en su asiento.

-¿De qué está hablando, Cass?-preguntó Teddy, mirándola.- ¿Qué secreto?

-Nada importante.-contestó ella, desviando la mirada sonrojada.

-Yo creo que sí lo es si se lo has contado a él.-contestó él, agarrándola de la barbilla para que le mirara.-Creía que no teníamos secretos.

-Y no los tenemos.-contestó ella apresurada.-No es un secreto, no del todo. Más bien es una sorpresa, que pretendía decirte en tu cumpleaños.

-¿Mi regalo de cumpleaños?-preguntó, extrañado.

-Más o menos.-contestó ella.-Además, no es un tema a tratar aquí, donde todos nos escuchan.

-Vale.-Teddy le soltó la barbilla y pasó su brazo por encima de los hombros de Cass.-Supongo que tendré que esperar a mi cumpleaños.

-Tendrás que hacerlo.-susurró ella, apoyando su cabeza en el hombro de Ted.-Puedes seguir, arruina sorpresas.

-Yo también te quiero, arruina vidas.-contestó Orion, con una media sonrisa irónica.-Bien, como te decía, papá, soy un PERRO negro, como tú.

Sirius asintió orgulloso, aunque no muy convencido.

-Sin más que decir, que pase el siguiente.-dijo Orion mientras bajaba del estrado y se sentaba al lado de sus padres en la mesa de invitados, que, de forma sospechosamente mágica, parecía agrandarse para poder caber todos mientras que la de los encapuchados parecía hacerse más pequeña.

Pero nadie le estaba prestando atención a las mesas, ya que toda su atención estaba centrada en el encapuchado que se había puesto de pie y caminaba con paso tranquilo hacia el estrado, parándose dónde, segundos antes, había estado Orion al llegar. Todos esperaron pacientes a que la lluvia de colores se hiciera presente para dar inicio a la siguiente presentación.



IMMA MACONS

2 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page