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EXTRA 2: LA VERDAD SOBRE JAMES CHARLUS POTTER


James Charlus Potter siempre había sido un niño muy mimado por sus padres al ser hijo único. Eso no siempre había sido de su agrado, pues ser hijo único significaba ser el heredero de todo lo que conllevaba el apellido Potter, el apellido de una de las familias de magos veelas más vieja de Gran Bretaña, junto con los Malfoy, cabe decir.

Desde pequeño James tuvo claro que a él no le gustaban las chicas, eso, en parte, desagradó a sus padres, pero luego lo vieron como una buena oportunidad, pues poco antes de que el chico entrara en Hogwarts descubrieron que James era fértil y que podía quedar embarazado, así que decidieron que sería buena idea casar a James con el heredero de alguna familia importante. Las primeras familias que se les ocurrieron fueron los Malfoy y los Black, pero las descartaron enseguida. A los Black por no ser veelas, y a los Malfoy por ser mortífagos de Lord Voldemort, el Lord oscuro de aquella época, y los Potter eran una familia de luz que apoyaba a Dumbledore. Y así, siguieron buscando a alguien lo suficientemente digno de casarse con su hijo James, sin dejarle voz ni voto al pequeño niño.

Y así, pasaron los años. James entró en Hogwarts y quedó en Gryffindor, se hizo amigo de Remus Lupin, Sirius Black y Peter Pettigrew y juntos fundaron los Merodeadores e hicieron el mapa del Merodeador, gastando bromas con la capa de invisibilidad de James y estudiando para exámenes. Luego descubrieron el secreto de Remus y se convirtieron en animagos ilegales para pasar las noches de luna llena con él.

Y los años fueron pasando, James fingió un enamoramiento por la hija de muggles, Lily Evans, de la cual se hizo amigo después de descubrir el enamoramiento de está por Narcissa Black, una de las primas de Sirius que iba a Slytherin y estaba comprometida y enamorada de Lucius Malfoy, el veela heredero de los Malfoy. James le confesó que era un veela fértil, capaz de engendrar a sus propios hijos sin necesidad de una mujer de por medio, y ella le confesó que era estéril y que no podría tener hijos aunque quisiera. Por lo que los dos fingieron un noviazgo, al principio los padres de James se escandalizaron, pero luego se dieron cuenta de que eso era mejor que ir buscando sin éxito alguno a algún buen prometido para James, así que los dejaron.

Pero un día, en su sexto año en Hogwarts, James estaba en Hogsmeade, en una salida con los otros Merodeadores cuando chocó accidentalmente con alguien, se disculpó enseguida y el hombre le dijo que se fijara por dónde iba con una voz siseante que, en lugar de intimidarlo, lo atrajo. Al levantar la mirada se encontró con unos ojos verdes, muy verdes, y también cautivadores, eran de un verde incluso más brillante que el de los ojos de Lily. Los dos se quedaron mirándose fijamente a los ojos por un periodo de tiempo indefinido, y James lo supo, supo que ese hombre era su pareja, pues todos los veelas tenían una pareja destinada pero pocos la encontraban, y James había tenido la suerte de encontrarlo. Los dos salieron de su burbuja cuando los amigos de James lo llamaron porque se estaba quedando atrás, pero antes de que se fuera, el hombre, que no debería tener más de veinticinco años, le dijo que se llamaba Tom. James también le dio su nombre, y acordaron volver a verse la semana siguiente y tomarse unas cervezas de mantequilla mientras se conocían mejor.

Después de eso nada volvió a ser igual, Lily entendió que James ya no pudiera seguir manteniendo esa tapadera, así que cortaron en público para que nadie preguntara. James y Tom se siguieron viendo durante todo el curso del menor, y al llegar el fin de curso y las vacaciones de verano se siguieron hablando por cartas, cuando James se lo contó a sus padres estos lo celebraron a lo grande, y aunque deseaban conocer a la pareja de su hijo comprendieron que aún no eran nada pues se estaban conociendo. Durante el transcurso del siguiente curso en Hogwarts Tom y James volvieron a empezar a quedar, después de las primeras semanas ya habían empezado a ser novios, aunque los amigos de James aún no lo sabían, pero él pensaba contárselo más adelante y a Tom no parecía molestarle ese hecho. Después de acabar su séptimo y último curso en Hogwarts siguió saliendo con Tom unos tres años. Todavía no vivían juntos, pero ya lo habían hecho más de una vez.

Durante esos tres años Tom le había revelado a James que en realidad él era Lord Voldemort, ante eso James se había planteado dejarlo porque no estaba a favor de su bando, pero Tom le dijo que estaba dispuesto a dejarlo todo por él. Tom le dijo a James que estaba dispuesto a abandonar sus ideales y a borrarles las marcas a sus seguidores, a convertirse en alguien de luz y dejar la magia oscura y también a recuperar sus horrocruxes y volver a unirlos. James se lo pensó y al final acabó accediendo, empezaron a viajar y a buscar una casa dónde vivir y poder crear una familia.

Todo iba bien, Tom ya estaba preparando todo para acabar con la guerra y los mortífagos, y James trabajaba como auror, cosa que no acabó de gustar a Tom pero no dijo nada porque era lo que le gustaba a James y lo amaba demasiado como para no dejarle trabajar en eso. Pero el día en que finalmente iba a acabar con todo, los padres de James llegaron a su casa exigiéndole que dejara de ver a Tom, pues habían descubierto que era Voldemort, pero para entonces ya era demasiado tarde, pues James estaba embarazado. Sus padres se escandalizaron y le exigieron que abortara, James se negó y sus padres le amenazaron con meterlo en Azkaban, donde perdería a su bebé, por conspiración con el Lord oscuro. Por lo que a James no le quedó de otra que dejar a Tom por el bien de su bebé, no le dijo nada, simplemente que no podía seguir con él. Eso destrozó al Lord oscuro, que retomó la guerra que iba a dejar y atacó con más furia que nunca, mientras que James fue obligado por sus padres a casarse con Lily Evans y a estar lo que durara su embarazo y parto fuera del país, para así poder fingir que ese hijo era de Lily y que ella había dado a luz.

Pero el embarazo no fue tan fácil como James creía que sería, pues no se imaginaba que Harry no sería un veela como él, sino un serpentians, una criatura capaz de hablar parsel, como Voldemort, y que estos muerden las paredes internas del útero de sus madres, ya que necesitan alimentarse de sangre aparte de los alimentos que les llegaba a través del cordón umbilical. El día en que Harry nació fue el día más feliz de la vida de James y también fue el día que más lloró, Harry era tan parecido a Voldemort que temió que todos se dieran cuenta. Cuando Lily y James volvieron con el pequeño bebé de apenas dos meses, todos creyeron que el verde de sus ojos era el verde de Lily, solo James sabía que era el verde de Voldemort.

Voldemort, al escuchar eso, se enfureció aún más ya que se sentía traicionado por James, que le había jurado amor incondicional, y que ahora tenía un hijo con esa asquerosa sangre sucia. Y luego escuchó la profecía, que le dio la excusa perfecta para matarlos a los tres. A la sangre sucia por quitarle a James, a James por traicionarlo y al bebé por ser el símbolo de la unión de James con esa sangre sucia.

Los Potter se escondieron y vivieron escondidos mientras Voldemort los buscaba, creyéndose a salvo dejaron que Pettigrew fuese su guardián sin sospechar que era un mortífago de Voldemort. James se dormía todas las noches cantándole una nana a Harry, y todos los días sin separarse de él, ya que Harry parecía profesar un profundo odio hacia Lily sin razón aparente.

Esa fatídica noche de 31 de octubre, James estaba en el cuarto de Harry, tratando de dormirle mientras que Lily estaba en la sala de estar, después de un tiempo James escuchó los pasos de Lily subir por las escaleras, seguramente para ir a dormir a su habitación, ya que dormían en cuartos separados, y, entonces, escuchó la puerta explotar, y los gritos de Lily y también una batalla. Escuchó la maldición Avada Kedavra ser pronunciada por la voz que tanto amó y seguía amando. Harry también escuchó la voz y se puso a reír señalando la puerta, como si reconociera la voz de su padre aún sin haberla escuchado nunca en su corta vida, James lo puso en su cuna y se giró justo en el momento en el que Voldemort entraba a la habitación, apuntándolo con su varita y diciéndole que debía morir por haberlo traicionado y que el fruto de su traición también debía hacerlo, James trató de explicárselo todo, pero esté no se lo permitió, lo único que James atinó a decir antes de interponerse entre la maldición asesina y su preciado hijo, fue que Harry tenía los ojos de Voldemort, después todo se volvió oscuro.

Voldemort, mientras el cuerpo muerto de James caía al suelo, se quedó paralizado sin saber que hacer al ver a su pareja, el amor de su vida, muerto por haberse interpuesto entra la maldición que debía matar al pequeño engendro que estaba en esa cuna, entonces escuchó los balbuceos del bebé de 1 año que alzaba sus pequeñas manitas hacía él mientras medio lloraba, Voldemort no entendió por que el bebé parecía pedirle que lo cargara, iba a lanzar la maldición asesina de nuevo cuando se fijo en sus ojos, recordando las últimas palabras de su gran amor y, al acercarse y fijarse bien, se dio cuenta de que ese no era el mismo verde que tenían los ojos de esa sangre sucia, sino el verde que tenían sus propios ojos, un verde resplandeciente como el Avada Kedavra. Cayó de rodillas llorando al darse cuenta de que ese era su hijo y de que James no le había sido infiel, sino que, seguramente, lo había dejado y se había casado con la sangre sucia para proteger al bebé, a su hijo. Cogió el cadáver de James y lo acunó contra su pecho llorando y disculpándose ante la atenta mirada del bebé, el cual aún era demasiado pequeño como para entender algo. Al mirarlo de nuevo, el niño seguía reclamando su atención, así que lo cargó con cariño y le besó la frente mientras le hablaba, pero luego recordó la profecía y supo que no podía quedarse al bebé, además, dudaba mucho que Dumbledore lo dejara tranquilo si se llevaba al bebé, así que decidió que convertiría al bebé en un héroe y que, cuando llegase el momento indicado, dejaría que el pequeño lo matara, y le daría un futuro, y uno feliz. Así que lo volvió a dejar en la cuna, siendo consciente de que el amor de James envolvía al bebé y lo protegía de cualquier cosa, incluyendo una maldición asesina, y que ese era el primer paso para que el niño fuera un héroe y fuera meramente feliz cuando todo esto acabara. Así que le lanzó la maldición asesina y desapareció, vigilándolo y protegiéndolo desde de las sombras, aunque no pudiera hacer mucho al encontrarse en una forma espectral.

Luego se apoderó de uno de los profesores de Harry en Hogwarts, Quirrel, que daba DCAO, para poder estar pendiente de él al menos durante su primer año en Hogwarts pues se imaginaba que Dumbledore no tardaría en darse cuenta de que estaba en el cuerpo de Quirrel, pero se dio cuenta de que Snape lo protegía, así que dejó de preocuparse por eso al poco tiempo, sabiendo de antemano que su hijo estaría bien protegido mientras Snape estuviese cerca.

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