What a Trip!

37.- ¡MALDITO POTTER!

Después de la conmoción inicial todos estaban mucho más relajados cuando Sirius le preguntó a Tom (Lord Voldemort):

-Pero, ¿Lily sabía que eras el padre biológico de Harry?

-Creo que sí.-dijo Tom, aunque su voz sonó algo dudosa.-Pero no estoy muy seguro, no sé qué fue lo que le contó James cuando se fueron después de la boda falsa para que nadie viera que era James el que estaba embarazado y no Lily.

-Hay algo que no entiendo,-dijo esta vez el Draco del futuro, mirando a su marido.-antes has dicho que tu madrina estaría viva, ¿quién era tu madrina?

Todos asintieron ante eso, muy curiosos por saberlo.

-Pues Lily, obviamente.-dijo el Harry del futuro como si todos los que no lo dedujeron fueran tontos.

-No uses ese tono, Harry.-siseó Draco entre dientes. Harry tragó duro, pues sabía la mala leche que tenía Draco y no le convenía cabrearle.

-Sí, amor.-dijo Harry, manso, haciendo reír a algunos de los presentes.

-¿Por qué Lily se casaría con James sabiendo que él nunca la amaría y que estaba embarazado del hijo de Voldemort?-preguntó Remus, bastante confundido.

-Eso es porque Lily también estaba enamorada de otra persona.-contestó el Harry del futuro, tranquilo.-Pero sabía que no tenía oportunidad con esa persona; primero, porque esa persona creía en la pureza de sangre, y, segundo, porque Lily no podía tener hijos; era estéril.

-¿En serio?-preguntó Molly, muy impresionada.

-Pues sí.

-Y,-dijo Narcissa, muy curiosa.- ¿quién era ese sangre pura del que estaba enamorada?

Harry sonrió.

-En ningún momento dije que fuera un hombre.-y luego le guiñó el ojo a Narcissa, la cual se sonrojó, pues entendió el mensaje oculto. Ella era la sangre pura de la cual Lily estaba enamorada.

En ese momento, el Harry del futuro pareció darse cuenta de algo, pues sus ojos se abrieron en grande, como recordando algo importante que había olvidado, se levantó de la silla y cogió a Albus llevándoselo fuera del GC, dejando a muchos con la boca abierta. Draco, Scorpius, y el Harry y el Draco del pasado fruncieron el ceño antes de seguirlos. Los vieron entrar al aula de pociones. Todos se miraron y decidieron ponerse hechizos desilusionadores para que no los notaran cuando entraron en el aula. Ninguno de los dos los notó mientras hablaban.

-¿Estás seguro de que está vez funcionará?-preguntó un inseguro Albus con un frasco que contenía una poción, en las manos.

-No estoy seguro al cien por cien,-contestó Harry.-pero no sabremos nada hasta que la tomes.

-Papá...-dijo Albus, tenía los ojos aguados. Ninguno de los otros 4 entendían nada, ¿de qué estaban hablando? ¿Porque estaba Albus a punto de llorar? ¿Por qué volvía a llamar "papá" a Harry? Harry besó la frente de Albus y lo abrazó paternalmente.

-Seguro que funcionará, Sev.-Harry volvió a besar su frente.-Te lo prometo.

Albus asintió antes de separarse de su padre y beberse el contenido del frasco de un trago. Al principio no pasó nada, y Albus estaba a punto de llorar de la desesperación, pero, entonces, se dobló sobre sí mismo y soltó un desgarrador grito de dolor mientras se agarraba el vientre con fuerza. Harry lo miró con un brillo de esperanza en sus ojos mientras insonorizaba la habitación y transfiguraba una mesa en una cama, dónde tumbó a Albus mientras éste se retorcía y gritaba de dolor. Harry le acariciaba el cabello mientras le susurraba cosas en parsel, tranquilizándolo.

De repente, aparecieron dos serpientes de la nada. Las dos serpientes se subieron a la cama y se enroscaron alrededor de Albus mientras siseaban cosas en parsel.

Pasaron un tiempo así, hasta que Albus dejó de gritar. Estaba todo sudado y muy cansado, pero sonrió con ganas hacia Harry antes de abrazarlo y llorar de alegría.

-Ha funcionado.-murmuró feliz Albus.-Ha funcionado por fin.

-Aja.-dijo Harry, los labios apoyados en la frente de su hijo.

-Ya no soy estéril.-dijo otra vez Albus. Sorprendiendo a todos los ahí presentes, excepto Harry y las serpientes, que ya lo sabían.-Puedo tener hijos, ahora podré estar con Scorpius, podremos formar una familia y ser felices.

-Sí.-contestó Harry.-Deberías ir a dormir. Necesitas descansar ahora, y no hagas ningún esfuerzo ¿vale?

-¿Qué les digo si me preguntan?-preguntó Albus, mirando a su padre a los ojos.

-Diles que tienes una gripe.-contestó Harry, a lo que Albus asintió.

Los dos Draco estaban rojos de la furia cuando se quitaron los hechizos desilusionadores sorprendiendo a los dos Potter.

-¡Maldito Potter!-gritaron los dos a la vez antes de tirarse encima de Harry y empezar a pegarle mientras le recriminaban por no contarles que su hijo era estéril.-¡¿Cómo te atreves?!

Harry intentó pararlos pero Scorpius intervino y miró a Albus con reproché.

-¿Porqué no me lo contaste, Al?-su voz sonó dolida cuando habló.

-Porque pensé que me dejarías por no poder darte hijos.-dijo mientras se aguantaba las ganas de llorar.

-No lo haría. Te amo, Al, no me importa que seas estéril.-dijo mientras lo abrazaba y le besaba los labios con amor.

-Bueno, ahora ya no soy estéril.-contestó Albus con una sonrisa, feliz.-Ahora tendremos que tener cuidado para que no me quede embarazado.

-Claro que sí, amor.