What a Trip!

41.- ¿SERPIENTES?

A la mañana siguiente todos los veelas y los serpentians del GC tenían ojeras y estaban de mal humor. Bueno, no todos, Cissy II Malfoy estaba de muy buen humor, al igual que sus hermanas menores Dot y Lils. Las cuales no tuvieron ningún problema la noche anterior ya que eran veelas y no tenían parejas serpentians, por tanto, habían dormido como unos bebés toda la noche. Muchos de los bromistas que sí habían dormido la noche anterior no paraban de burlarse de los zombies somnolientos que parecían los antes mencionados, provocando una pequeña discusión. Misma discusión que fue interrumpida por la aparición de una enorme serpiente que no paraba de sisear cosas que nadie entendía, nadie a parte de los hablantes de parsel, también conocidos como serpentians.

-¿Dónde estás, pequeña cría?-era lo que decía la serpiente, antes de que otra serpiente, algo más grande, entrara en el GC y también se pusiera a sisear.

-¿A quién le importa tu cría? ¿Dónde está la mía? Mi cría debió de haberlo pasado muy mal anoche, pobrecito.- ese comentario desencadenó una pelea entre las dos serpientes, mientras que todos los serpentians del futuro suspiraban con cansancio, ya que las peleas entre esas dos eran más comunes de lo que a ellos les gustaría.

-Ya basta las dos.-ordenó Harry del futuro de forma autoritaria al ver que esa pelea no iba a acabar pronto.-Estoy aquí Sasha, y estoy bien, deja de preocuparte.

Ante eso, la serpiente más grande se arrastró hasta Harry y se subió a su regazo mientras hacia un ruido extrañamente parecido al de un ronroneo cuando Harry empezó a acariciarla.

-Dalila, estoy aquí.-Albus Potter llamó a su serpiente, la cual imitó la acción de la mascota de su padre y se subió al regazo de su amo y cría para ser acariciada y reconfortada por éste.

-Vaya, esto sí que no me lo esperaba.-dijo Harry del pasado observando a la que sería su serpiente dentro de unos años.-Así que Sasha ¿eh? Bonito nombre.

-Gracias, cría joven.-le respondió Sasha, mirando a la versión adolescente de su cría, la verdad es que se le hacía algo extraño todo esto, pero bueno, ella solo quería que su cría fuese feliz, sin importar como lo hiciese.

-¿Voy a tener dos serpientes viviendo en mi casa?-exclamó Draco del pasado escandalizado ante tal idea, cosa que hizo reír a todos los del futuro.- ¿Por qué os estáis riendo?

-Porque no serán solo dos.-le contestó su versión adulta.-Cada uno de mis hijos hablantes de parsel tiene una serpiente por mascota.

El Draco del pasado palideció tanto que estuvieron a punto de llevarlo a la enfermería cuando, por la puerta que daba a la Sala en la que los Campeones del Torneo de los tres magos debieron ir cuando fueron escogidos y donde los de primer año eran llevados antes de la selección, entró otra serpiente, ésta era mucho más grande que las otras dos y también mucho más callada y, aparentemente, más letal.

Todos se apartaban de su camino, pues creían que los comería, y otros evitaban mirarla, ya que se habían dado cuenta de que era un basilisco, uno pequeño y mucho menos letal que el de la Cámara de los Secretos, pero un basilisco al fin y al cabo.

Tom se puso de pie inmediatamente al ver a la serpiente.

-Nagini, ¿qué haces aquí?-le preguntó en parsel, mientras dejaba que la serpiente se subiera a su cuerpo, enrollándose finalmente en sus hombros, y volviendo a sentarse al lado de James.

-Estabas tardando mucho en volver, así que he venido a buscarte.-le contestó la serpiente, totalmente relajada y ya casi dormida en sus hombros, hasta que se dio cuenta de quien estaba sentado al lado de su amo.- ¿Es tu pareja? ¿El padre de tu hijo? ¿El veela al que mataste?

-Sí, es él.-le contestó Tom, con una sonrisa de felicidad mientras abrazaba a James por la cintura y besaba su mejilla con amor.

-Si lo mataste, ¿cómo puede estar vivo?-preguntó la serpiente, mientras se pasaba a los hombros de James y éste la recibía con el cariño y la confianza de alguien que ha echado mucho de menos a una vieja compañera, aunque no pudiese hablar parsel, la serpiente siempre se quedaba con él y lo protegía cuando Tom estaba haciendo alguna cosa relacionada con Lord Voldemort.

-Hola, Nagini, te he echado de menos, ¿y tú a mi?-le dijo James mientras la acariciaba con cariño.

-Espera...-empezó Sirius, todavía impactado por ver a su mejor amigo tratando tan cariñosamente a una serpiente gigante.- ¿hablas parsel?

James y Tom se rieron al ver que no solo Sirius lo creía. Al parecer habían interpretado mal el saludo de James.

-No, no hablo parsel.-contestó James, tranquilo, mientras aún acariciaba a la serpiente.-Solo ha sido un saludo a una vieja amiga, no entiendo lo que me dice, pero aún así me gusta hablar con ella, a veces mueve la cabeza cuando hablamos o le pregunto cosas, y mantenemos unas conversaciones, si es que se pueden llamar así, raras.

Todos lo miraron algo impresionados, aunque aliviados por dentro, pues lo último que querían era otra sorpresa. Ya habían tenido bastantes para toda una vida, gracias.

El día transcurrió con tranquilidad después de eso, no hubo más apariciones extrañas de serpientes y todos pudieron convivir con sus futuras familias y versiones adultas, todos los que tenían algo que ver con los del futuro, claro está.