Secretos

CAPÍTULO 4

-¿No necesito preocuparme?-preguntó Hotch, encarando al omega que acababa de hablar.-Hay agentes de la CIA provocando un caos en mi oficina y ¿"no debo preocuparme"?

Hotch no estaba contento con eso y todos lo notaron. Los cuatro miembros de la UAC que estaban detrás de él trataron de calmarlo, mientras que la mujer, Patterson, trató de alejarlo de Spencer antes de que Aaron hiciera algo de lo que se arrepintiera, pero las acciones de Reid los sorprendieron a todos. Spencer no se amedrentó por el tono mordaz de Hotch, ni por su postura y feromonas amenazantes, lo miró a la cara desafiante, demasiado acostumbrado a tratar con el alfa cuando éste estaba en su límite y perdía el control de sus instintos más animales.

-Exacto.-Reid dio un paso adelante, preocupando a la alfa de la CIA, pero él desechó su preocupación con un gesto de la mano.-No debes preocuparte por la CIA. ¿Sabes por qué? Porque ellos tienen más que perder si mi hijo muere que tú, así que harán su trabajo muy bien, mejor que cualquiera de los tuyos, y me traerán a mi bebé. Y tú, ya no eres nadie para darme órdenes en cuanto a mi hijo se trata, ¡oh gran alfa todopoderoso! ¿Te digo la razón? ¡Porque yo ya no soy tu omega! ¡No lo soy y, por tanto, no me mostraré sumiso ante ti! ¡Tampoco lo haría si siguiese siendo tu omega! Y esta discusión ha acabado. La CIA hará su trabajo y me devolverá a mi hijo. Tú quédate en tu despacho, haciendo lo que siempre te ha impedido pasar tiempo con alguien más que contigo mismo.

Después de eso, Reid se dio la vuelta y cogió a Patterson del brazo, arrastrándola con él lejos de Hotch.

-Wow-Morgan, junto a los demás, se acercó a Hotch, que seguía plantado en el mismo lugar sin moverse-¿Qué ha sido eso?

Hotch no respondió, respiró hondo dos veces, notando las leves feromonas de Reid en el aire, y se calmó.

-Eso-Hotch habló una vez calmado.-ha sido Reid dándome una charla que realmente necesitaba en este momento. Bien, arreglaos con los agentes de la CIA. Preguntad, organizaos y haced lo que os digan. Si Reid confía en ellos, nosotros también. Dejad que ellos os coloquen donde más os necesiten, yo iré a hablar con Patterson y Reid, a ver qué más puedo averiguar.-al ver que nadie se movía, impresionados por las órdenes de su jefe y la calma que tenía después de lo que acababa de pasar, Hotch se impacientó.-¿A qué esperáis? ¡Vamos!

Todos empezaron a moverse entonces. Aaron solo suspiró y negó con la cabeza mirándolos moverse. Después se acercó a la mesa de Reid, donde estaban el omega junto a Patterson, pero no fue hasta estar cerca de ellos que no vio a la tercera personita que los acompañaba. Era el pequeño omega de 2 años que Reid llevaba en brazos. De repente Hotch se sintió nervioso. Quería preguntar pero, en parte, temía la respuesta.

-Spencer.-el omega mayor miró a Hotch en cuanto éste lo llamó.-Siento lo de antes. Perdí el control. Ya sabes como me pongo cuando...

-Cuando invaden tu territorio.-acabó Spencer por Hotch. Luego le dedicó una sonrisa, como las que no veía desde hacía dos años.-Sí, lo sé. Pero yo sé como calmarte, ¿recuerdas?

-Sí, lo recuerdo.-Hotch río un poco. Por un momento lo embargó la nostalgia, pero ese no era el momento ni el lugar para eso.-He mandado a los chicos a ayudar con lo que puedan. Les he dicho que hagan lo que les digan, que seguramente la CIA sabrá dónde ponerlos para que sean útiles.

Patterson y Reid asintieron al oír eso. Luego Reid se mordió ligeramente la uña del pulgar y miró a Hotch con nerviosismo.

-A propósito...-se paró un segundo, dudando de si seguir.-¿qué les has contado?

Hotch suspiró, sabía que Spencer se lo tomaría mal, pero no iba a mentirle. No más. Las mentiras lo estropearon todo una vez, no dejaría que volviera suceder, aunque esta vez, la verdad también lo estropearía, muy probablemente.

-Todo lo que sé.-pudo ver la incomodidad de Spencer al oír eso.-Tuve que hacerlo para que pudieran ayudar en algo, si iban a ciegas no serían de ayuda. Aunque yo también voy medio a ciegas contigo y con esto.

Reid miró a Patterson, y Patterson a Reid. Ella asintió y él dudo.

-Ya te han encontrado.-le dijo ella.-El programa no ha podido protegerte, ya no tienes porque ocultarles nada, Sasha.

Spencer asintió, aún dudoso y luego miró al niño sentado encima de la mesa de su escritorio.

-¿Podemos hablar en tu despacho?-fue todo lo que Reid preguntó. 

-Sí, claro.-Hotch vio como Reid cogía al niño en brazos y lo seguía hasta su despacho.

En el trayecto, los dos pudieron notar las miradas de sus compañeros de unidad fijos en ellos. Incluso la de García, a la que ya habían puesto al día  de lo que había sucedido y de lo que sabían. 

Al llegar al despacho, Hotch abrió la puerta y dejó que Reid y el niño entraran primero, mientras les daba una mirada seria a sus subordinados, que volvieron a cualquiera que fuera su trabajo en ese instante, y luego entró él también. En cuanto la puerta se cerró detrás de él y Reid le miró de la forma más seria en que nunca lo había mirado, Hotch supo que esa charla no iba a ser agradable.

-Lo primero es lo primero.-Reid se mordió el labio con nerviosismo, luego miró al niño en sus brazos y de vuelta a Hotch.-Hotch, te presento a Aaron.-Spencer hizo una pausa y Hotch aguantó la respiración.-Nuestro hijo.

Al segundo siguiente, Hotch solo vio negro.