top of page

¿Y ahora qué?

  • Foto del escritor: babochki_lyubov
    babochki_lyubov
  • 17 ene 2022
  • 5 Min. de lectura

CAPÍTULO 12


Habían pasado dos semanas desde la fiesta y el ambiente en el complejo era muy tenso. Steve había estado rompiendo sacos de boxeo día y noche desde que dijimos que estaba embarazado. Y yo he estado algo irritable, sobre todo con Stephen, dado a que ahora mi amado marido me había prohibido participar en las misiones o, simplemente, hacer nada por mí mismo, sin nadie detrás de mí como un perrito faldero "por si me hacía daño". Rodé los ojos. ¡Por Dios, que estaba embarazado, no tenía una enfermedad terminal!

En ese momento estaba en la cocina de nuestro piso, eran las tres de la madrugada y yo tenía un antojo de cerezas bañadas en chocolate. Sentí a alguien detrás de mí y me giré, encontrándome con Loki, que me sonreía y tenía a Daven en brazos, quien estaba medio dormido apoyado en el hombro de su madre. Le sonreí de vuelta.


-Hola, cuernitos.-susurré, procurando no despertar al pequeño diablo en sus brazos.


-Hola, Anthony.-me contestó él de la misma forma. El bastardo sabía lo mucho que odiaba que me llamaran Anthony.-¿Eso son cerezas?-sus ojos no se apartaban del bol de cerezas que tenía en las manos. Yo asentí.-¿Puedo tener unas cuantas?


Reí bajito. Al parecer los antojos entre embarazados son contagiosos.


-Claro, cuernitos.-cogí otro bol del armario de la cocina y coloqué algunas cerezas ahí para luego pasar a hacerme mi chocolate caliente.


-Gracias.-Loki se sentó, con su hijo en su regazo, y empezó a comer las cerezas.-Estás exasperado, lo noto.


-Oh, ¿tú crees?-pregunté, de forma obviamente irónica.


Cuernitos rio detrás de mí.


-No hace falta que uses la ironía conmigo, Anthony.-me giré y le vi mirándome con los ojos entrecerrados. Suspiró y volvió a sus cerezas.-Yo también estaría irritable si Thor se hubiese atrevido a ponerme una escolta las veinticuatro horas al enterarnos de mi segundo embarazo.


Miré la olla en la que estaba a punto de fundir mi chocolate.


-No sé qué le ha dado.-suspiré.-Solo estoy embarazado, por el amor de Dios.-paré. Me giré. Sonreí.-Quiero decir, ehm, esto...


Loki rio.


-Entiendo esa referencia midgardiana, tranquilo.


Yo sonreí más relajado.


Era tan fácil reír con Loki. Me salía tan natural ser yo mismo, tan automático. Podía hacer y decir cualquier cosa que se me pasara por la mente. Normalmente uno pensaría que las personas con personalidades parecidas chocarían, pero Loki y yo congeniábamos de una manera impresionante. Nunca antes me había sentido tan bien en presencia de alguien. Ni siquiera con Rhodes.


-Me alegro.-volví a mirar la olla.-Además, no se portó así cuando me quedé embarazado de Morgan. Ya lo sabes.


Loki me sonrió, el palo de una cereza colgando entre sus labios.


-Sí.-contestó después de sacar el palo de su boca.-Fue mucho más tranquilo.


-¿Verdad?-pregunté, totalmente indignado.-Es como si quisiera gritar "¡Es mío, no lo toquéis!".-rodé los ojos y oí a Cuernitos reír detrás de mi.-Maldito hombre bipolar.


-¿No has pensado que quizás se sienta amenazado por la presencia del Capitán aquí?-preguntó.


-No entiendo por qué debería sentirse así.-Me giré, llevando la olla en la mano, mientras usaba una cuchara para mover el chocolate con la otra mano.-Es decir, nunca le he dado razones para creer que volveré con Rogers.-me detuve un segundo, miré a Loki con miedo.-¿o sí?


-No, claro que no.-contestó él en seguida. Quizás intentando calmarme.-Pero, todos sabemos cómo terminó vuestra relación. No tuvisteis oportunidad de hablar, de aclarar nada. Quizás el Doctor piense que si habláis y aclaráis las cosas le dejarás por el Capitán.


Yo miré a Loki. Me senté de golpe, la olla con el chocolate derritiéndose olvidada por completo.


-¿Pero cómo podría pensar eso?-estaba completamente indignado.-¡Venga ya! Yo jamás dejaría a Stephen por Rogers.-me llevé las manos a la cabeza.-Es decir... ¡Argh! No lo entiendo. ¿Como puede si quiera...?-miré a Loki, podía sentir las lágrimas de rabia en las comisuras de mis ojos.-Juro que si se ha portado así por eso le pegaré.


Loki me miró con cariño. Se levantó, dejando a Daven en la silla en la que había estado sentado, se acercó a mí, se sentó en la mesa y me limpió la lágrima que me había caído del ojo derecho con delicadeza.


-Se lo ha ganado un poquito.-los dos reímos.


-Sí.-suspiré y apoyé mi cabeza en su regazo.-Estoy tan cansado.-susurré. Loki me acarició el pelo.-Solo quiero que confíe en mí. Quiero que deje de pensar que me iré de su lado.-reí, esta vez sin gracia.-¿Qué clase de relación estamos construyendo si mi marido cree que le dejaré por mi ex? Quien, por cierto, intentó asesinarme.


Loki suspiró.


-Stephen te ama.-me dijo, mientras me obligaba a levantar la mirada de su regazo y mirarle.-Te ama como pocas personas aman a alguien.-me sonrió.-Y precisamente por eso tiene miedo. Porque te ama tanto que si algún día le dejas le destruirás. Aunque tú sepas que no va a ocurrir.-añadió al ver que yo iba a replicar.


Le miré.


-¿Y qué hay de mí?-pregunté, en un hilo de voz.-Se supone que yo soy el inseguro de esta relación. ¿Y si es él el que me deja a mí? ¿Y si, y si me vuelven a traicionar? Él sí que me destruiría a mí. -sentí como había empezado a llorar de verdad. Mierda. No quería ser así de vulnerable, así de inseguro. Pero es todo culpa de Rogers. Yo no era así antes de Siberia.-Yo...-sollocé. Loki me abrazó, intentando calmarme. Él me entendía mejor que nadie. Loki comprendía mi dolor como nadie más lo entendía. Y, de la misma forma, yo comprendía el suyo. Los dos habíamos sido desplazados por nuestros padres durante toda nuestra vida porque alguien era mejor que nosotros. Y los dos habíamos sido traicionados. Y los dos nos habíamos acabado enamorando del idiota que nuestro padre quería más que a nosotros. La única diferencia era que Thor nunca habría intentado hacerle daño a Loki, a diferencia de Steve. Thor se suicidaría antes de ponerle una mano encima a su consorte.-Yo no podría vivir sin Stephen. Le amo, le amo como nunca amé a Steve. Él es quien tiene verdadero poder aquí.-volví a apoyar mi cabeza en el regazo de Loki.-Tiene el poder para destruirme, y que se porte así no ayuda. Solo quiero que sea igual que cuando estaba embarazado de Morgan.-sollocé con más fuerza.-Solo quiero que todo vuelva a ser igual a cuando ellos no estaban. Que los renegados volvieran me ha destrozado la vida.-lloré, sin poder contenerme.-¿Por qué Fury no ha podido dejar las cosas como estaban? ¿Es que no veía que todo estaba mejor sin ellos?-hice una pausa, necesitaba respirar.-¿No lo ve nadie?


Sentí como Loki me besó la cabeza. Era un gesto maternal que había adoptado con todo el mundo después del nacimiento de Daven.


-Sí que lo ve.-me contestó.-Pero ya es demasiado tarde, y Nick Fury lo sabe.

Entradas recientes

Ver todo

Comments


Suscríbete para recibir las notificaciones de las actualizaciones de mis historias

¡Gracias por suscribirte!

© 2023 by The Book Lover. Proudly created with Wix.com

bottom of page