¿Y ahora qué?

CAPÍTULO 15(HARLEY)

Miré a Peter, dormido entre mis brazos, sonreí con cariño. Le amaba tanto, que hasta a mi mismo me sorprendía a veces. Besé su frente, acaricié su cabello con delicadeza. Recuerdo cuando esto empezó. No sé muy bien en que momento empecé a sentirme así con respecto a Peter. Pero sé que nunca antes había sentido algo tan fuerte por alguien.

Flashback

Hacía poco que me había mudado al complejo de los Vengadores. Habían pasado pocos meses des del incidente de Siberia. Tony, mi padre adoptivo, había entrado en depresión después de la Civil War. Había perdido a su supuesta familia, a su marido, el hombre que creía que era su alma gemela. La persona que se suponía que nunca iba a hacerle daño.

-¿Cómo está papá?-oí una voz detrás de mi. Esa maldita voz que me sacaba de quicio. Me encontraba en la habitación de papá, observándole dormir después de uno de sus ataques de pánico.

-¿Y a ti qué te importa?-ni siquiera me giré a mirarlo. No podía, él era el hijo de la persona que tanto daño le había hecho a mi padre. Era su reflejo.

-¿Por qué me odias tanto?-su voz sonaba tapada, casi como si estuviese a punto de llorar.

No, no podía ser. Me giré rápidamente para ponerle en su lugar. Y lo vi. Su cara sonrojada, las lágrimas en las comisuras de sus ojos y la tristeza en su mirada, dolida, pero sin odio.-Lo sé, ¿vale?-las lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas. Yo estaba sin palabras.-Sé mejor que nadie lo que mi padre le hizo a papá. No necesito que me odies por ser su hijo.-tragó saliva y se limpió las lágrimas de forma brusca.-Eso ya lo hago muy bien yo solo.

No sabía que decir. No sabía como reaccionar. Las lágrimas seguían bajando por sus mejillas, por instinto, supongo, aún a día de hoy no lo sé, mi mano se acercó a su mejilla y limpié sus lágrimas. Fue la primera vez que le vi a él, a Peter, y no a la encarnación de Steve.

Eso fue mucho antes de que llegara Strange, y los demás nuevos Vengadores.

Fin del Flashback

Suspiré, fui un capullo con Pete, y él no se lo merecía. Pero me estoy esforzando en compensarlo. Mi pequeño Pete se merecía el mundo, y yo estaba dispuesto a dárselo. No le haría lo mismo que el bastardo de Steve le hizo a mi padre. Después de la Civil War no estaba dispuesto a enamorarme. Creía que el amor significaba dolor, no quería acabar como papá. Pero me fue inevitable no enamorarme de Peter. Igual que a papá le fue inevitable no enamorarse de padre.

Padre fue muy persistente con papá. No paró hasta hacerlo reír de nuevo, y luego siguió hasta que papá accedió a cenar con él, después las cosas fluyeron solas. Había tanta química entre ellos dos. Nunca antes había visto a papá tan feliz como cuando está con padre. Había perdido la esperanza en el amor, pero verlos a ellos juntos, tan enamorados, era tan natural.

Recuerdo lo asustado que estuve la primera vez que besé a Peter, la primera vez que me di cuenta de que lo veía como algo más que mi hermano adoptivo.

Flashback

-Así que...-Peter y yo nos encontrábamos en su habitación, era la primera cita de papá con Stephen.-Papá y el Señor Strange, ¿eh?

-Doctor Strange.-puntualicé yo, con un mal intento de imitar al hechicero. Peter rio. Yo le miré. Adoraba su risa. Era tan contagiosa, y me encantaban las arrugas que se formaban debajo de sus ojos al reír. Sin darme cuenta me acerqué a él.

-¿Harley?-preguntó él, la sonrisa aún en su rostro, pero con una mirada confundida.-¿Q-Qué haces?-susurró, la sonrisa desapareciendo poco a poco de su rostro a medida que yo me acercaba. Podía ver la duda en sus ojos, yo estaba igual. No sabía lo que hacía, solo sabía que quería hacerlo. Miré sus labios, tan tentadores.

Cerré los ojos cuando sentí el toque suave de sus labios, tan dulces. Le besé lento, no era mi primer beso, pero sí el de Peter. Fui despacio, acariciando sus labios. Sentí sus manos aferrarse a mi camiseta con fuerza. Estaba temblando. Me alejé, le miré, sonrojado, agarrado a mi camiseta y con los ojos cerrados, casi como si esperase que le volviese a besar.

¿Qué había hecho? ¿Qué me estaba pasando? ¡Solo era un niño! Se suponía que era mi hermano, adoptivo sí, pero mi hermano. Pero... ¡Dios! Tenerle así, esperando por mi. No pude contenerme. Le volví a besar. Ya había probado sus labios, un néctar tan adictivo. No podía parar, no ahora que lo había probado.

No entendía que me estaba pasando. No entendía lo que estaba sintiendo. En algún momento bajé mis labios a su cuello, lo oí suspirar. Agarró mi cabello con fuerza. Lo quería, lo necesitaba. No podía parar.

-Harley...-lo oí sollozar.

Paré.

¿Que estaba haciendo?

Me alejé de Peter. Él estaba llorando.

-Y-Yo...-tartamudeé, estaba asustado de mi mismo.-Yo, lo siento. Lo siento tanto, Pete.-miré las marcas en su cuello con terror.-Lo siento, lo siento. No...-tragué saliva.-No sé lo que me ha pasado.-él me miraba con vergüenza.-No volverá a pasar. Lo prometo.

Salí corriendo de su habitación. Dejándolo solo.

Fin Flashback

Cuando papá y padre volvieron estaban los dos tan felices que no notaron lo extraños que estábamos Peter y yo. Estuvimos una semana sin hablarnos, hasta que Peter me enfrentó en el gimnasio. Ahora me hace tanta gracia lo cobarde que fui.

Flashback

Estaba golpeando un saco de boxeo. Había sudado tanto que me había visto obligado a quitarme la camiseta para no resfriarme.

Estaba tan enfadado conmigo mismo. ¿Cómo había podido hacerle eso a Peter? Apareció en mi cabeza la imagen de su cara, roja, con lágrimas en los ojos. La manera tan atemorizada en la que dijo mi nombre.

-Harley.-paré de inmediato. No me giré, tenía miedo de mirarle, de ver el miedo en su mirada. El asco. No podría soportarlo.

Había pasado una semana. Había tenido tiempo para reflexionar. Para darme cuenta de que le amaba. Amaba a Peter. Jamás podría soportar que me odiara.

-Harley, mírame.-apoyé mi frente en el saco de boxeo. No podía hacerlo. Sentí su mano en mi espalda. Me giré y agarré sus manos por instinto. No había temor en su mirada. Lo solté.

-Yo, lo siento.-entonces él me cogió por las muñecas.

-¡Deja de sentirlo!-gritó. Me sorprendí, nunca antes le había oído gritar.-¡Porque yo no lo siento! ¡No siento nada!

Me quedé atónito. ¿Qué?

-¡Lo que has oído!-estaba tan en shock que ni siquiera me había dado cuenta de que lo había dicho en voz alta.-¡Te quiero, Harley!

Abrí los ojos.

-Estas... seguro...-no podía ni hablar. Peter asintió. No pude resistirme. Le besé, con mucha más fuerza que la última vez.

La intensidad del beso fue cada vez mayor. En algún punto Peter saltó y enroscó sus piernas alrededor de mi cintura...

Fin Flashback

Todo fue muy deprisa. Jamás esperé quitarle la virginidad a mi hermano adoptivo menor en el gimnasio. Pero no me arrepiento de nada.