¿Y ahora qué?

CAPÍTULO 16(STEPHEN)

Recuerdo muy bien el día en que conocí a Tony y los niños. Lo recuerdo como si fuese ayer, a pesar de que fue hace casi tres años.

Flashback

Yo estaba en mi hora de meditación en el Sanctum Santorum cuando hoy un gran alboroto en la entrada del lugar, así que fui a ver que ocurría, temiendo un ataque.

Cuando llegué al lugar descubrí que solo se trataba de un chico, un adolescente, que parecía perdido y muy confundido.

-¿Te has perdido, chico?-le pregunté, sin ánimos de alargar esto demasiado. Pero cuando el chico se giró y me miró, algo en su mirado captó mi atención. Ahora creo que probablemente la sed de conocimiento reflejada en el brillo de sus ojos.

-¿Qué es este lugar?-preguntó, entusiasmado. Justo en ese momento llegaba Wong, y miró mal al chico por la ilusión en su voz. Pero el crio no pareció darse cuenta.

-¿Cuál es tu nombre, chico?-volví a preguntar yo, ignorando su pregunta como él había ignorado la mía.

El chico miró a Wong con sorpresa, parecía a ver despertado de su ensoñación. Se sonrojó con violencia, agarró con fuerza las correas de su mochila y miró hacía el suelo, luego contestó de forma baja e insegura.

-P-Peter P-Parker, señor...-susurró, casi no pude oírlo. Fruncí el ceño, ¿Parker...? ¿De qué me sonaba?

Me volví a fijar en el chico. En ese momento me di cuenta. ¡Claro! ¡Era el hijo del Capitán América y Iron Man! ¡Parker era el apellido falso que le habían dado al niño para que la gente no pudiese relacionarlo con ellos dos al principio, para que no fuesen a por él!

-¡Eres el hijo de Iron Man y el Capitá-...!-fue cortado por un brusco gesto del joven, el cual había levantado la mirada y me miraba de forma fiera. Su nerviosismo y timidez siendo completamente olvidados.

-El hijo de Iron Man, dejémoslo así.-Me dijo, de forma más brusca de lo que esperaba. Wong y yo enarcamos un ceja con intriga.-¿Y eso?

Mi pregunta pareció sorprender al chico. Su ceño estaba fruncido, como si no quisiese tener que hablar de su otro padre.

-¿Ustedes no oyen las noticias?-nos miró a de arriba a abajo con desprecio, justo como el propio Stark lo había hecho alguna vez cuando tuve la desgracia de coincidir con él en alguna fiesta.-El Capitán América y su pandilla de traidores son ahora fugitivos. Lo han abandonado todo. A sus familias, a sus casas, sus causas e ideales...-vi las lágrima agolparse en los ojos del joven y me acerqué a él, usando la capa y volando hasta bajar las escaleras.-Ese bastardo casi mata a papá...

¿Qué? Sentí un nudo crecer en mi garganta. ¿Tony Stark casi muere...? Y encima manos de su propio marido... Pobre hombre.

-Oh, yo...-no sabía qué decir.-Lo siento, de verdad.-susurré, apoyando una mano en mi hombro, justo como, seguramente, muchísima gente más había hecho antes de mi. Pero el chico pareció clamarse.-Te llevaré a casa, ¿está bien?-el chico asintió, dando un último vistazo alrededor. Sonreí.-La próxima vez que vengas prometo enseñártelo todo y explicar la historia de todo.

Al adolescente pareció iluminársele la cara. Sonreí con él. Abrí un portal y lo llevé al complejo de Vengadores, donde un tal Harley lo estaba esperando preocupado. Lo abrazó con fuerza, me di cuenta en seguida de la manera en la que ambos se miraban el uno al otro.

La juventud de hoy en día...

Aunque yo no soy quién para hablar. Al fin y al cabo, llevo toda mi vida enamorado del mismo chico: Anthony Edward Stark. El hombre que siempre ha estado fuera de mi alcance y a quién siempre he querido a mi lado. El hombre a quién nunca podré tener.

Pero aún así tenía que intentar animarle ahora que había algo tan horrible.

Por lo que le pedí al otro chico la dirección de la habitación de Tony, diciéndole que era un viejo amigo de su, al parecer, padre adoptivo.

Cuando llegué a su habitación la abrí con cuidado, encontrándome con un hombre medio muerto y una peste asombrosa. La luz apagada y las cortinas echadas.

Parecía que se había muerto alguien y que Tony estaba de luto. Pero aún así entré, le desperté.

Poco a poco fui sacándolo cada vez más de ese agujero negro en el que se había auto encerrado y en el cual se autodestruía.

No se lo permití. Los chicos se acostumbraron rápido a mi, y yo a ellos.

Por lo que, luego de unos meses, me mudé al complejo y tuve mi primera cita con Tony.

De ahí en adelante fue todo viento en popa en nuestra relación.

Fin del Flashback

Hasta ahora.

Ese maldito Capitán América. Me aseguraría de que nunca más rompas a mi amado Tones.

Nunca más.

Ahora mío, y no permitiré que le vuelvas a herir de esa manera tan cruel y estúpida. Justo como el super soldado. Reí de mi propio mal chiste.

Pero es muy verdad: protegeré a Tony de cualquiera a cualquier precio.

Porque nada es gratis en este mundo.