¿Y ahora qué?

CAPÍTULO 18

Rodé los ojos con fastidio.

No me lo podía creer. Semanas antes les eché la bronca a Carol y Valkyrie solo para encontrarme con una escena similar, solo que esta vez protagonizada por mis hijos, en su habitación, sin seguro.

Veía a Stephen echarles una bronca, prácticamente a gritos, a Harley y Peter por no ponerle seguro a su puerto mientras tienen sexo, pues Morgan podría entrar y verles, y aún es muy pequeña, demasiado pequeña. Miré a mi hija en mis brazos, con su cabeza en mi hombro y su pulgar rozando sus labios, mirando concentrada la escena delante de nosotros. Algunos miembros de los nuevos vengadores estaban ahí también, pues estábamos en la zona conjunta, y no paraban de reírse de mis niños.

Después de lo que parecieron largas horas, Stephen por fin se detuvo, yo suspiré. Los dos chicos se giraron a mirarme, yo no sabía que decir, al fin y al cabo no iba a echarles la bronca, yo también había echo algo como o eso o peor a su edad. Lo pensé un momento antes de hablar.

-Lo que ha dicho papá.-los dos me miraron muy serios, así que decidí añadir algo más.-Un error es un error, ¿qué se le va a hacer? A mi también me ha pasado, pero procurad que la próxima vez no vuelve a suceder, ¿entendido?

Los dos asintieron con la cabeza, con gesto solemne.

Cuando todos estuvieron presentes, Stephen y yo, con Morgan sentada en mi regazo, nos pusimos en medio de un círculo que habíamos formado en la sala de entrenamiento, retirando la colchoneta de combates.

Suspiré unas cinco o seis veces seguidas antes de coger valor.

-Hay algo muy importante que debéis saber.-dije, mirando al suelo. Aún no estaba listo para mirarlos a la cara. No con lo que les iba a decir. Mis manos temblaban. Sentí pánico de que lo notaran, no quería preocuparlos de más. Vi una mano llena de cicatrices coger mis dos manos entre la suya, miré a Stephen y él me sonrió, dándome ánimos. Yo volví a suspirar, era más difícil de lo que pensé en un primer momento. Levanté mi mirada antes de empezar a hablar-Cuando era pequeño, mi padre, a veces, me llevaba con él a una base militar llamada Campamento Lehigh.-todos me miraron con el ceño fruncido. Suspiré, por supuesto que no entendían nada.-En esta base guardaban el Tesseracto.-Los vi abrir los ojos con sorpresa.-Mi padre... él...-tragué saliva con dificultad. Intenté hablar de nuevo, pero la voz no me salía. Stephen apretó mis manos, le miré y el asintió. Yo también lo hice.

-Howard Stark hacía experimentos con el Teseracto.-Stephen siguió hablando por mi.-Y no me refiero a experimentos con armas...-él me miró de reojo, yo asentí. Empezaría a temblar o llorar en cualquier momento. Quizás las dos cosas a la vez, quién sabe.-... sino a experimentos con humanos.

Carol se levantó. Estaba muy enfadada.

-Dime que no es lo que creo que es...-dijo, parecía calmada, pero todos sabíamos que en verdad estaba muy enfadada, enfadada de verdad.

Yo aparté mi mirada y oí los nudillos de Carol crujir, seguramente por cerrar los puños con demasiada fuerza. La mayoría entendió lo que significaba esto y se pusieron serios, o más bien enfadados.

-Carol, ahora no...-oí a Valkyrie susurrar.-Déjalos terminar.

Miré los pies de Carol, no podía mirarla a la cara. Se sentó después de unos minutos de insistencia por parte de Valkyrie, y lo hizo reticencia. Nuestros ojos chocaron, vi la comprensión y la ira en los de ella, y sentí los míos empezar a llenarse de lágrimas. Escondí mi cara en el hombro de Stephen, él me rodeó con el brazo, soltando mis manos, y me acarició la espalda con suavidad mientras seguía hablando.

-Howard Stark...-sentí a Stephen suspirar, también era difícil para él.-Experimentó con Tony durante años.-oí las exclamaciones de todos, pero no los miré. No podía.-Sin embargo, Tony no recuerda nada porque era muy pequeño cuando lo hizo.-oí como algunos suspiraron de alivio.-Pero eso no es la cuestión. La cuestión es el resultado de esos experimentos.-agarré su ropa con fuerza entre mis manos.-Dado que el Teseracto tenía una gema del infinito en su interior, los experimentos de Howard terminaron concediéndole a Tony una...-sentí que dudaba sobre la palabra que debía usar para denominar a mi conciencia.-... especie de poder especial. Es algo así como la conciencia de Tony, pero esta conciencia puede predecir el futuro, de alguna forma.

-Aunque...-murmuré, aún contra el hombro de Stephen.-...solo son cosas cercanas. Y también sabe cosas que yo no sé.

Oí a Loki murmurar algo, no entendí que sucedió pero luego hubo silencio. Stephen continuó.

-En la biblioteca del Sanctum Sanctorum hay un libro, escrito por uno de los hechiceros supremos.-Stephen apretó su agarre en mi espalda, sin hacerme daño.-En ese libro habla de un hombre con un poder concedido por una de las gemas del infinito...-para este punto estaba bastante seguro de que todos sabían por donde iban los tiros.-... y también hay una profecía. Según esta profecía, el hombre con ese poder morirá, no se sabe cuando, pero si que lo hará luchando contra otro hombre, portador de las gemas del infinito.

Se hizo un revuelo durante un momento, aunque Stephen logró poner orden.

-Tony y yo creemos que se trata de Thanos, dado que ha estado buscando las gemas del infinito.

-¿Estáis totalmente seguros de que se trata de Tony y no de otra persona?-oí la voz de Carol, más seria que nunca, preguntar.

-Sí.-Stephen hizo una pausa, sentí como movía su cabeza, seguramente mirando a todo el mundo.-Tony fue la única persona con la que Howard experimentó.

Otra exclamación colectiva. Aún no me atrevía a sacar mi cabeza de su escondite. Tenía miedo de sus reacciones.

No puedes tener miedo por siempre, Anthony.

Suspiré. Tienes razón. Lentamente separé mi cabeza del hombro de Stephen. Todos me miraban atentos, podía ver el amor y la ira en sus expresiones y me sentí bien, porque me di cuenta de que no importaba qué sucediera o quién fuero yo realmente, tenía una familia que me amaba y apoyaba.

Pero justo cuando iba a hablar las luces de toda la planta se volvieron rojas y empezó a sonar una alarma por todo el complejo.

Era la alerta de intrusos.