¿Y ahora qué?
- babochki_lyubov
- 17 ene 2022
- 4 Min. de lectura
CAPÍTULO 4
-Lo siento, Stark, las presentaciones tendrán que esperar a que esté aquí todo el equipo.-me dijo Fury, sin ni siquiera girarse a mirarme.
Al momento de oír aquellas palabras salir de la boca de Fury, supe que se había encendido la mecha. Suspiré con resignación, pues no iba a impedir que dijeran lo que yo sabía que iban a decir, aunque no sabía quién lo haría. Mi duda se resolvió cuando fue Rhodey, con su prótesis que lo ayudaba a caminar diseñada por mí, se adelantó.
-Siento ser yo quién se lo informe, director Fury,-dijo mi mejor amigo, con su voz tan seria que hasta Fury se sintió algo intimidado.-pero ellos no son parte del equipo. Al menos, no del nuestro. Nosotros, los que estamos aquí presentes, somos un equipo, y ellos, los que se acercan en esa nave, son otro equipo. Lucharemos juntos para defender a la Tierra de cualquier enemigo, claro que sí, pero fuera de las misiones, somos dos equipos completamente diferentes. Y eso no va cambiar porque nos obligue a convivir en el complejo.
¿Y quiere que le diga por qué? Porque nosotros no somos solo un equipo o amigos del trabajo, somos una familia, y nos amamos y apoyamos, incondicionalmente, hasta nuestros últimos alientos, y ahora nos está forzando a convivir con gente con la que no nos sentimos cómodos y a los que no conocemos, que, además, hirieron y traicionaron a nuestro líder en el pasado. No los vamos a aceptar dentro de nuestra dinámica y usted lo sabe. Esta convivencia solo empeorará las cosas, y eso podría llevarnos a una catástrofe más grande que la Civil War. Así que, si es por lo menos la mitad de inteligente de lo que Tony afirma que es, dejará a los nuevos Vengadores seguir por libre.
Todos nos quedamos callados, mirando a Fury con atención, quien se había quedado impresionado ante las palabras de Rhodey. Miró alrededor, buscando a alguien que no estuviese de acuerdo con las palabras de Rhodes, pero me temo que no encontrarás a nadie, mi querido pirata.
James ha puesto en palabras los pensamientos de todos nosotros. Al ver que nadie pensaba contradecir a Rodhes, Fury suspiró, y justo cuando pensaba que nos habíamos librado de la convivencia, la nave aterriza y abre sus puertas despacio. Nick se gira y nos dice:
-Me temo, Sargento Rodhes, que tendrá que aguantar la convivencia. Usted y su "familia".-remarcó la última palabra con burla, como si no se lo creyera.
Vi por el rabillo del ojo como Valkyrie tuvo que aguantar a Carol para que no fuera a pegar al pirata. Aunque si yo fuese la asgardiana, la habría dejado hacerlo encantado.
Todos nosotros estábamos igual que Carol, a nadie le había hecho gracia lo último dicho por Fury, y todos estábamos más tensos que antes. Ahora sí que nos íbamos a negar a convivir con el otro equipo fuera de las misiones, y yo sería el primero en excluirlos, me importaba una reverenda mierda lo que Fury dijera. Este era mi equipo, eran mis armas, y mi complejo, pero, por encima de todo, eran mi familia.
Y nadie se burla de mi familia.
Sentí mis manos temblar al ver que la rampa de la nave en la que habían llegado los ex-fugitivos había bajado del todo, aparté la mirada, no podía verlos, tenía que mentalizarme.
Stephen lo notó, por lo que tomó a Morgan de mis brazos, quién no dijo nada al ser puesta en brazos de su hermano Harley, y me abrazó con fuerza, rodeándome con sus fuertes brazos. Haciéndome sentir seguro, a salvo a su lado, como nunca antes lo había estado en toda mi vida, como cada que vez que me abraza o me toca.
Cerré los ojos con fuerza e inspiré, inundando mis fosas nasales con el agradable aroma de Stephen, aquel que ahora estaba impregnado en mi habitación, en mi almohada, el que huelo cada mañana al despertarme y cada noche al acostarme, el que me rodea cada vez que hacemos el amor, o cada vez que él ronda cerca de mí, y sé que nada ni nadie podrá hacerme daño mientras lo tenga a él a mi lado.
Ni siquiera Steven Grant Rogers.
Así que suspiré para acabar de relajarme y abrí mis ojos, miré a las lagunas verdosas que eran los ojos del hombre de mi vida y sonreí, para luego apartarlo de forma delicada y girarme en dirección a los viejos vengadores, que nos miraban expectantes y sorprendidos, incluso Fury parecía asombrado, aunque se recuperó en seguida.
Me acerqué a ellos lentamente, sintiendo a mis hijos seguirme de cerca y con mi marido a mi lado. No le solté la mano en ningún momento hasta que llegué en frente del Capitán América, que estaba liderando al grupo.
-Bienvenidos seáis de nuevo al complejo de Vengadores.-Empecé a hablar, mi voz sonando neutra. Mi tono siendo todo lo formal que pudiese, y las distancias entre ellos y nosotros siendo demasiado grandes como para alguien que representa que está dispuesto a empezar una relación cordial con otra persona, pero nadie intentó acortar las distancias, la tensión presente en el aire. Y eso Fury lo notó, poniéndose tenso, probablemente temiendo que lo dicho por Rhodey se hiciera realidad. Ni siquiera le dirigí una mirada de reojo, se lo merece por no escuchar nuestras advertencias y burlarse de nosotros.-Felicidades, de parte mía y de todo mi equipo por volver como hombres libres.
Todo el mundo notó el matiz especial que le di a esas dos palabras, y los ex-fugitivos se tensaron al escucharlo. ¿De verdad habían esperado que su regreso sería un camino de rosas? Pues se equivocaron, ni yo ni mi familia se lo dejaremos nada fácil, haremos que vuelvan por dónde han venido.
-Ahora, pasemos dentro del complejo para empezar con las presentaciones y las asignaciones de habitaciones para los héroes y sus familias.-dije, notando como Barton y Lang daban miradas furtivas a sus respectivas familias, que ni si quiera los miraron.
-Me parece bien.-contestó Steve, dejando que nosotros llevásemos la delantera, sabiendo que sería una falta de respeto ponerse en cabeza de mi grupo también, y que lo fulminaría sí si quiera lo intentaba.
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